Familiares de rehenes de Hamas: “La guerra no acabará hasta que no vuelvan a casa” | Exigen a la Unión Europea que aumente la presión para liberarlos
Los familiares de un grupo de rehenes de Hamas desde el pasado 7 de octubre exigieron este lunes que la Unión Europea y sus políticos mantengan en la agenda la presión para liberarlos y aseguraron que la guerra y “el sufrimiento en ambos bandos” terminará cuando recuperen a sus seres queridos. En una rueda de prensa organizada por la Asociación de Prensa Europa-Israel en Bruselas, seis familiares de cuatro rehenes contaron la situación de sus familias y lo que saben de sus seres queridos e insistieron en el reclamo de que reciban asistencia humanitaria y vuelvan a casa tras 234 días de cautiverio.
“Que este baño de sangre termine pronto”
“Todo el mundo habla de la situación humanitaria de los palestinos y nadie habla de la de los rehenes. Lo más importante es traerlos de vuelta a casa. La guerra no acabará hasta que vuelvan a casa”, insistió Sharon Kalderon, cuñada del secuestrado Ofer Kalderon. Junto a su marido Nissan, hermano del rehén, Kalderon lamentó que nadie en las organizaciones humanitarias los haya podido atender o transmitir a las familias información sobre cómo se encuentran sus seres queridos, como por ejemplo las mujeres que fueron violadas en la jornada del ataque terrorista masivo y que estarían a punto de dar a luz si hubieran quedado embarazadas en aquel entonces.
Lo último que saben de su cuñado Ofer fue a través de una de las rehenes liberadas luego de 55 días de cautiverio. En ese momento estaba herido en una pierna, muy delgado y lloraba a menudo. “No sabemos nada, si está vivo o muerto, dónde está, si ha recibido una mínima cobertura de sus necesidades humanitarias”, lamentó Sharon Kalderon. Junto a su cuñado también secuestraron a dos de sus sobrinos, de 12 y 16 años, que fueron liberados tras 52 días. Con el alivio de volver a verlos, cuentan, llegó también el horror de conocer las condiciones del cautiverio: sin comida, bebiendo sólo agua de mar o de lluvia o sin acceder a la luz del sol.
“Está siendo una guerra muy dura para ambas partes y hay tragedias en ambas partes. Sólo rezo por que este baño de sangre termine pronto”, dijo Yaffa Ohad, cuya sobrina de 26 años, Noa Argamani, fue secuestrada en el festival Nova. Hamas publicó el pasado mes de enero un video en el que se veía a Noa viva y pidiendo el fin de la guerra. Esa es la última información que tienen de la joven estudiante de informática. Su madre, enferma terminal, sólo quiere volver a verla para darle un abrazo, aseguró Ohad.
Argamani no es la única rehén a la que espera un familiar enfermo. Es el caso también de Bar Kupershtein, también secuestrado en el festival de música, cuyo abuelo sobreviviente del Holocausto sufrió un infarto y un ACV desde el estallido del conflicto en octubre. “Su abuelo dice que este es su segundo Holocausto. Se está quedando sin tiempo, igual que los rehenes”, advirtió su tía, Mazy Zafrani, quien mostró un fotograma de un video publicado por Hamas en el que aparece su sobrino el día de los ataques.
“La incertidumbre nos está volviendo locos. Sabemos que es fuerte, pero ahora después de tanto tiempo es otro caso humanitario que necesita ayuda. ¿Quién está cuidando de él?”, se preguntó su tía. Los únicos familiares presentes en la rueda de prensa que ya conocen el destino de su ser querido fueron Cochav William Levinson y Mika Levinson, padre y hermana de Shay Levinson, un soldado en la frontera que, según su padre, “logró evitar que muchos terorristas alcanzaran a civiles”.
“Gracias a él hay mucha gente viva hoy”, aseguró Levinson, quien sabe que su hijo murió en cautiverio y cree que, si Israel pierde esta guerra, Europa se recibirá un ataque similar “más pronto que tarde”. “Esto está a la puerta de Europa, nosotros nos hemos llevado el primer golpe”, señalaron los familiares.
Protestas en Tel Aviv
Miles de personas se manifestaron el fin de semana en Tel Aviv, la capital israelí, para reclamar una acción urgente del gobierno que permita la liberación de los rehenes cautivos en Gaza, después de que el Ejército recuperara los cuerpos de tres personas secuestradas por Hamas. Los manifestantes guardaron un minuto de silencio en la Plaza de los Museos, rebautizada Plaza de los Rehenes en honor a los fallecidos.
El Ejército israelí declaró el viernes que había recuperado los cuerpos de tres rehenes, el israelí Hanan Yablonka, el franco-mexicano Orión Hernández Radoux y el israelí-brasileño Michel Nisenbaum, durante una operación en Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza. El sábado se celebró otra manifestación en Tel Aviv para pedir elecciones anticipadas y la renuncia del primer ministro Benjamin Netanyahu.
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