Quién es Yanina Nano Lembo, la funcionara que reemplaza a Pablo De la Torre en la Secretaría de Niñez y Familia | Su vínculo con la consultora Mckinsey y su paso por una ONG que implementa el “método Conín”
Con la salida de Pablo De la Torre, Sandra Pettovello pretendió desviar el foco del escándalo de las 6 mil toneladas de alimentos acopiados, aunque más bien terminó por destapar otro: el de la contratación de ñoquis y empleados con posibles sobresueldos mediante convenios con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Pero además se compró un nuevo problema: la gestión de la Secretaría de Niñez y Familia (ex Ministerio de Desarrollo Social) quedó acéfala en medio del terremoto. Lejos de encontrar un perfil con espalda territorial o trayectoria en la materia, la ministra terminó inclinándose para reemplazar a De la Torre por una funcionaria de segunda línea que tenía a mano dentro de la gigantesca estructura de Capital Humano. Se trata de Yanina Nano Lembo, hasta esta semana presidenta del Consejo de Políticas Sociales, con nulo recorrido en cargos pesados como el que le tocaría asumir, aunque con vínculos estrechos con el sector empresario dedicado al “impacto social” y con algunos de los consultores que transitan los pasillos del poder libertario. También pasó por una ONG que implementaba el polémico “método Conín”, del antiderechos Abel Albino. Su nombre surgió luego de las sucesivas reuniones que la ministra mantuvo con Javier Milei desde que el Presidente regresó este domingo a Buenos Aires, y terminó de confirmarse este martes –de forma extraoficial– por fuentes de su entorno.
Pettovello fue la gran ausente en la primera reunión de gabinete que Milei presidió tras casi dos meses de ausencia. El faltazo se debió, según sus voceros, a que estuvo ajetreada siguiendo los pormenores de las denuncias penales que se acumulan en Comodoro Py contra su gestión. Pero en su agenda había otros temas igual de apremiantes. Recién este martes, cinco días después del anuncio, se oficializó en el Boletín Oficial el despido de De la Torre. La confirmación de Nano Lembo, en tanto, está al caer. A la ministra le quedan por resolver, mientras tanto, los reemplazos de los cuatro funcionarios que se fueron de la mano del exsecretario y que estaban al frente de áreas sensibles, entre ellos Héctor Calvente y Esteban Bosch, los dos responsables de lo que sucedía dentro de los galpones de Villa Martelli y Tafí Viejo. La vacancia de cargos –en Capital Humano ya renunciaron unos 30 funcionarios en seis meses, todo un récord– sigue siendo una de las tramas paralelas, por los huecos y desmanejos en la gestión, del escándalo de los alimentos.
Según pudo saber Página/12, Nano Lembo fue una de las tantas opciones que estuvieron sobre la mesa. Hubo sondeos con el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela –cada vez más cercano a Patricia Bullrich y a Milei– para que aporte algún perfil con territorio y conocimiento del conurbano, similar al de De la Torre. También había sonado, en su momento, la mediática secretaria legal de Capital Humano, Leila Gianni, muy cercana a la ministra. Curiosamente, quien resultó elegida para el cargo no cumple con ninguna de esas dos características.
Tampoco con experiencia probada en la gestión. El único cargo de relevancia que ocupó Nano Lembo fue el de presidenta del Consejo de Políticas Sociales, donde fue designada formalmente hace apenas 40 días. Asumió a fines de abril, como consecuencia de las renuncias previas de Maximiliano Keczeli –al que se le encomendó más tarde ponerse al frente del desguace del INCAA– y de Gerardo Marcelo Hita, quien pegó el portazo la misma semana de la masiva marcha universitaria.
Antes, la flamante secretaria se había desempeñado al frente de la Dirección General de Articulación Público Privada en CABA durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Un cargo de tercera línea. Quienes conocen la estructura del Ejecutivo porteño hablan de que se trata de un cargo “junior”, más técnico que político. Desde allí, igualmente, tejió vínculos con empresas como Farmacity –propiedad hasta 2019 del exvicejefe de Gabinete de Mauricio Macri, Mario Quintana– a las que acercó a los barrios populares y a las cooperativas de trabajo de las organizaciones, lo que en el mundo del filantropía corporativa se conoce como “inversiones de impacto” o por nu nombre original –importado– de “impact investing”.
De todos modos, quienes conocen su trayectoria descartan que haya sido convocada para el gabinete libertario debido a su paso por una de las principales gestiones del PRO, sino más bien por sus vínculos personales. En ese marco familiar se dió su paso por la pata juvenil de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), muchos de cuyos cuadros se sumaron informalmente al Gobierno de la mano del exjefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Asesoría en privatización
Nano Lembo está casada con Ignacio Gorupicz, uno de los socios fundadores de Mckinsey una de las consultoras más importantes del mundo que también opera en el país. Mckinsey ya había asesorado a Macri durante su paso por la Rosada y volvió a tener cercanía al poder de la mano de Milei. La consultora se dedica, entre otras cosas, a los recursos humanos: precisamente al rubro que desató la crisis –por las sospechas de corrupción en los contratos a través de la OEI– de Pettovello. Gorupicz también está vinculado con Silvia Bulla, una importante dirigenta de la ACDE.
El socio principal de Gorupicz en Mckinsey es Martín Maestú, una suerte –uno más en la larga lista– de ministro sin cartera en el gabinete. Su rol fue revelado públicamente por la senadora jujeña Carolina Moisés durante la comparecencia de Posse ante el Senado, pocos días antes de su salida. La senadora expuso que Maestú trabaja sin cargo para la jefatura de Gabinete en el plan de privatizaciones y remate del mobiliario estatal, tarea que ahora sería delegada en Federico Sturzenegger en el eventual ministerio de Modernización que Milei crearía para él. Posse no respondió sobre Maestú. Tampoco lo hizo al día siguiente el vocero Manuel Adorni.
Método Albino
De acuerdo a su CV, Nano Lembo también trabajó un año y cinco meses como directora de proyectos en la Fundación ACER, una ONG que según su página web aplica el “método CONIN” en el combate contra la desnutrición infantil. La “metodología Conin” fue la base del imperio que montó Abel Albino y que le permitió trascendencia pública y que en los hechos –mas allá de las apreciaciones en general sobre su eficacia o no– rechaza toda política pública de educación sexual y salud reproductiva y cualquier perspectiva ligada a los derechos de las mujeres y las disidencias, tal como el propio Albino manifiesta públicamente. La funcionaria, a la hora de la repartición de alimentos a cargo de Fundación Conín, al menos se va a mover en terreno conocido.
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