Hunter Biden fue declarado culpable por compra y posesión ilegal de un arma | El primer juicio a un hijo de un presidente de EE.UU en ejercicio
Los 12 jurados en el proceso contra Hunter Biden por posesión ilegal de un arma de fuego en 2018 lo hallaron culpable este martes de los tres delitos que pesaban en su contra a nivel federal por este tema, en un fallo histórico que marca el primer juicio a un hijo de un presidente de Estados Unidos en ejercicio.
En su veredicto, el tribunal de la ciudad de Wilmington, perteneciente al estado de Delaware, condenó al hijo de Joe Biden por los tres cargos que se le imputaron: dos por mentir en la documentación para adquirir el arma, un revólver Colt Cobra de calibre 38, y uno más por su posesión ilegal después de la compra.
Dos de los cargos podrían acarrearle un máximo de 10 años tras las rejas por cada uno y el tercero cinco años. A su vez, deberá pagar una multa de hasta 750.000 dólares por cada uno de ellos. Sin embargo, al ser la primera vez que es declarado culpable y al no tener antecedentes, lo más probable es que Hunter Biden no reciba ninguna pena de prisión, según expertos.
La jueza del distrito Maryellen Noreika todavía no fijó una fecha para la audiencia de sentencia. Antes de despedir a las partes, les dijo que la sentencia suele fijarse para 120 días después del veredicto, lo que significa que es probable que se produzca antes del día de las elecciones presidenciales del próximo noviembre.
“Nadie en este país está por encima de la ley”
En una conferencia de prensa posterior al veredicto, el fiscal especial David Weiss dijo que nadie está por encima de la ley. “Nadie en este país está por encima de la ley. Todos deben ser responsables de sus acciones, incluso este acusado”, señaló. “Sin embargo, Hunter Biden no debería ser más responsable que cualquier otro ciudadano condenado por esta misma conducta. La fiscalía estuvo y seguirá estando comprometida con este principio”, aclaró.
“En última instancia, este caso no se trataba solo de adicción, una aflicción que atormenta a familias en todo Estados Unidos, incluida la familia de Hunter Biden. Este caso se trataba de las decisiones ilegales que tomó el acusado mientras se encontraba en medio de la adicción”, explicó Weiss. “Su elección de mentir en un formulario del gobierno cuando compró un arma y la elección de poseer luego esa arma. Fueron estas elecciones y la combinación de armas y drogas las que hicieron que su conducta fuera peligrosa”, subrayó.
Mientras tanto, un miembro del jurado dijo en una entrevista con la cadena televisiva CNN que el jurado estaba dividido en partes iguales en los tres cargos tras realizar una rápida votación manual el lunes por la noche, justo después de que comenzaron las deliberaciones. Sin embargo, este martes, mientras el grupo revisaba las pruebas, aquellos que estaban a favor de la absolución cambiaron de opinión relativamente rápido, dijo el jurado, un hombre de 68 años que se negó a dar su nombre por preocupación por su seguridad y que se identificó como el jurado número 10.
El jurado también dijo que la política no entró en juego durante las deliberaciones. Aunque no precisó si era partidario del presidente Joe Biden, dijo que sentía simpatía por la lucha de la familia con la adicción de Hunter Biden y que no cree que deba estar en la cárcel. Otros tres miembros del jurado que hablaron con CNN tras el veredicto de culpabilidad, indicaron que creían que no tenían otra opción que declarar culpable al hijo de Biden.
La reacción de la familia Biden
La familia presidencial guardó silencio cuando se pronunció el veredicto de culpabilidad. Jimmy Biden, hermano del presidente Biden, estaba en la sala del tribunal. También fue la esposa de Hunter Biden, Melissa Cohen-Biden, y algunos amigos de la familia. El hijo del presidente estadounidense mantuvo la vista clavada al frente y mostró pocas emociones cuando se leyó el veredicto, informó The Angeles Times. Luego abandonó la sede del tribunal con una sonrisa, tomado de la mano por la primera dama Jill Biden, su madrastra, y por su esposa, quienes tenían expresiones serias en sus rostros.
“Hoy estoy más agradecido por el amor y el apoyo que experimenté la semana pasada por parte de Melissa, mi familia, mis amigos y mi comunidad que decepcionado por el resultado. La recuperación es posible por la gracia de Dios y tengo la bendición de experimentar ese regalo un día a la vez”, dijo Hunter Biden en una declaración escrita difundida a los medios después de que se le reconociera culpable.
En tanto Abbe Lowell, uno de sus abogados, declaró: “Naturalmente, estamos decepcionados por el veredicto de hoy. Respetamos el proceso del jurado y, como lo hemos hecho a lo largo de este caso, continuaremos persiguiendo enérgicamente todos los desafíos legales disponibles para Hunter”.
Antes de que la jueza Maryellen Noreika llamara a los miembros del jurado a deliberar, Lowell resumió su alegato final insistiendo en que no existen pruebas directas de que su cliente estuviera consumiendo drogas en los días cercanos a la fecha en que compró el revólver. “Hunter no pidió a nadie que lo disculpe o perdone por sus errores”, remarcó.
El proceso
El proceso comenzó la semana pasada. El mandatario norteamericano no se hizo presente en ningún momento, mientras que la exesposa de Hunter, Kathleen Buhle; una exnovia; y su hija, Naomi Biden, testificaron. El testimonio de esta última se centró en dos momentos en los que vio a su padre en 2018, en fechas cercanas a la compra del arma.
La primera visita fue en verano, en el centro de rehabilitación de Los Ángeles donde Hunter estaba internado. “Fue lo más limpio que lo había visto desde que murió mi tío”, apuntó la nieta del presidente, refiriéndose a su fallecido tío, Beau Biden. El hijo del presidente falleció en 2015 a causa de un tumor cerebral, un hecho que sumió a Hunter Biden en una profunda depresión y en un abuso incontrolable de sustancias. Naomi Biden volvió a ver a su padre en Nueva York en octubre, el mes en el que compró el arma, y en aquel momento parecía esperanzado, afirmó, en una declaración en la que pudo verse a su padre secándose las lágrimas.
Kathleen Buhle, quien estuvo casada con Biden durante cerca de 25 años y con quien tuvo tres hijas, recordó el impactante momento en que descubrió una pipa de crack usada en un cenicero, en julio de 2015, y la admisión de su entonces marido de ser un adicto. También detalló que registraba el vehículo de Hunter Biden en busca de crack antes de permitir que sus hijas lo usaran para asegurarse de que no iban en un auto con drogas.
Zoe Kestan, exnovia del hijo de Joe Biden, se refirió ante el jurado a Hunter como un encantador derrochador al que le gustaba la buena vida y las fiestas en Nueva York. Hunter Biden conoció a Kestan en un club para hombres en 2018 en Nueva York y, de acuerdo con ella, conectaron de inmediato.
Ante las preguntas de la Fiscalía, Kestan aseguró que lo intentó ayudar muchas veces para que estuviera sobrio, e incluso que le vio fumar crack repetidamente, arrancando pequeños cristales de una enorme roca de crack que era del tamaño de una pelota de ping-pong. La defensa del hijo de Biden intentó minar la credibilidad de la testigo al señalar que pese a que le animaba a mantenerse limpio, en otras ocasiones le presentaba a traficantes de drogas y le permitía ese vicio.
Los cargos contra Hunter Biden son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el Gobierno de Donald Trump y que el propio exmandatario, futuro candidato republicano para las elecciones de noviembre próximo, usó para atacar a su contrincante demócrata. Ahora bien, con el reciente veredicto los problemas legales del hijo del presidente no terminaron: todavía le resta afrontar otro juicio en California en el que se le acusa de haber evadido el pago de 1,4 millones de dólares en impuestos.
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