Entre lágrimas contenidas por 2 décadas y el primer perro adoptado del barrio, la entrega de casas en Rawson
“Mami, ¿cuál es mi casita’”, preguntaba una niña de 5 años a la mujer que la llevaba de la mano, quien caminaba con los ojos llorosos y las llaves que recién recibía. Mientras, un grupo de familiares se abrazaba para festejar de modo comunitario. Así se vivió esta mañana la entrega de 49 viviendas del barrio La Jarilla, en Rawson, durante un acto encabezado por el gobernador Marcelo Orrego y el intendente del departamento, Carlos Munisaga.
Entre las que más lloraban sobresalía Rosa Antunez, quien llegó rodeada por gran cantidad de personas que no dejaban de felicitarla. “A ver, vamos a abrir mi casa”, dijo la mujer de 51 años y giró la llave. Adentro, su emoción se transformó en llanto desconsolado al abrazar a su madre. “Yo soy la primera de la familia en tener una casa de barrio, por eso han venido todos a acompañerme, porque lo logré por todos”, contó.
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Con 51 años, Rosa es la primera de la familia en ser dueña de una casa de barrio. Por eso, todos la acompañaron a recibir las llaves.
Trabajando toda la vida como empleada doméstica, Rosa llevaba 26 años inscripta en el IPV así, el sueño que empezó cuando sus dos hijas eran pequeñas, terminó cuando ya es abuela. “Yo vivo hasta ahora en la casa de mi mamá, en Santa Lucía, pero ahora, por fin, voy a poder mudarme a mi propia casa”, celebró la mujer y confió: “He luchado cada día de mi vida trabajando, por eso es lo más hermoso que me podía pasar”.
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Daiana junto a su hijo, después de recibir las llaves de su casa.
Frente a ella, Daiana Mancuso, quien vive con su esposo y su hijo de 10 años, resaltaba lo contrario, “es una emoción enorme tener casa propia con sólo 30 años”, reflexionaba. Para agregar: “Tenemos que estar muy agradecidos. Nosotros alquilábamos, así que nos mudamos ya mismo, porque se hace muy difícil hoy en día vivir”.
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La Negra junto a su nueva dueña, Paula, quien adoptó a la perrita ni bien llegó al barrio.
Mientras, Paula Barrios había adoptado el primer perro del barrio La Jarilla y hasta le había puesto nombre. “Negra, vení”, decía señalando a la perrita. La mujer, que vive junto a su esposo y a sus dos hijos, se topó sin querer con la nueva mascota, que más bien la adoptó a ella. “Es de acá, del barrio, y anda atrás nuestro desde que llegamos. Si hasta entró a conocer la casa conmigo. Yo tengo dos perro ya así que bueno, ahora van a ser tres”, celebró la nueva propietaria.
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Zoe, de 5 años, junto a su mamá Micaela y su hermanito, listos para conocer su casa nueva.
En tanto que, Micaela Estrella, la mamá del niña de 5 años que buscaba su “casita”, esperaba para abrir la puerta y entrar junto a ella y su hijo de 7 años. “Yo soy policía y somos nosotros tres solitos, por eso es tan importante tener la seguridad de nuestro techo propio. Ellos están felices, porque entienden lo que significa, y yo estoy bloqueada, porque es algo no puedo creer todavía: esa casa es nuestra”, decía mientras señalaba la vivienda.
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