Llaryora recibió a Caputo para reclamarle por la deuda con la Caja de Jubilaciones | De los elogios al pedido de fondos
Desde Córdoba
En ministro rockstar pasó por Córdoba. Esta vez como solista, ya que en el “Cabildo abierto” de mayo fue apenas un acompañante de Javier Milei. Invitado a los Almuerzos de Coyuntura que organiza la Bolsa de Comercio local, el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo aterrizó en Córdoba para repetir el habitual discurso del elenco nacional ante el Círculo Rojo: menos impuestos, confiar, Estado opresor, confiar otra vez, y así. Como si se tratara de un adorno de la calle Belgrano en el coqueto barrio Güemes de la capital. La que quizá fue la definición más fuerte fue que “todavía no están dadas las condiciones para salir del cepo”, algo que el Presidente ya había dejado en claro en el Council de las Américas.
La charla tuvo como interlocutor a un viejo conocido de Caputo, Guido Sandleris, ex presidente del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri y presidente la Fundación Ecosur de la Bolsa de Comercio.
Sin embargo, el diferencial de la visita fue que el dueño de la billetera de la Nación se dirigió hasta la propia casa de Gobierno de Córdoba para reunirse con el gobernador Martín Llaryora. Todo un acontecimiento, ya que son pocas las veces en las que un funcionario nacional baja a las provincias. Y menos las que tiene un “aparte” de casi media hora con el “jefe” local.
Café cargado
Aunque había comprometido su presencia en el almuerzo, abriendo un sinfín de especulaciones, el gobernador recibió a Caputo en el Panal, a pocas cuadras de la Bolsa de Comercio.
Fue un encuentro de media hora. De acuerdo a trascendidos, ya que no hubo minuta oficial respecto del cónclave, Llaryora reiteró el pedido por la deuda de la Nación con la Caja de Jubilaciones, que ronda los 400 millones de pesos, aunque no habría sido el eje de la charla. Como tampoco el reclamo por los subsidios al transporte o el extinto Fonid.
Esa supuesta falta de énfasis en un tema que otrora fue caballo de batalla del enfrentamiento Córdoba-Nación/kirchnerismo, tiene un trasfondo. O varios. En la semana se confirmó el traspaso de obras públicas clave que servirán de trampolín para relanzar la gestión provincial. Los fondos llegarían del exterior, previa aprobación de la gestión nacional, que debe dar el aval correspondiente. Además, Córdoba debe afrontar deudas en moneda extranjera, para las cuales también necesita del “permiso” de Hacienda para hacerse de los dólares. Todo tiene que ver con todo.
Es en este marco que el mentado reclamo por la deuda de la Caja de Jubilaciones no parecería tener destino judicial. Al menos por los próximos meses. De cualquier manera, junto a Santa Fe y Entre Ríos, bajo el paraguas de la Región Centro, el pedido siempre está. Será una carta a usar en caso de que las condiciones políticas así lo demanden.
También participaron del encuentro el ministro de Finanzas de Córdoba, Guillermo Acosta, y el secretario de Desarrollo Productivo de la Nación, Juan Pazo. Un dato no menor es que Pazo estuvo también presente el jueves, acompañando el lanzamiento de una serie de créditos para la agroindustria a tasa cero. “Es fruto del trabajo conjunto entre el Gobierno nacional y un grupo de provincias para las que el desarrollo de la producción es centro de su gobierno”, lanzó Pazo. El guiño viene del lado del constante pedido de Llaryora de una “agenda federal productiva”. ¿Hay algo (más) ahí?
Lecturas varias
La otra lectura política admite que no hubo trato especial para con Luis Juez. El senador funge como la espada más fuerte del panoficialismo en la Cámara Alta. De hecho, ante un colmado auditorio, Caputo ponderó que Córdoba “tiene superávit fiscal”. ¿Punto para el Partido Cordobés?
El anfitrión del encuentro organizado por el influyente G-6 (versión local del Círculo Rojo) fue Manuel Tagle, íntimo amigo de Macri y un fervoroso defensor de las políticas neoliberales. “Córdoba está en el primer mundo”, se despachó el empresario ante sus colegas. Sorpresa y media.
Con la mira puesta en su último baile rumbo a la gobernación, en 2027, el referente del Frente Cívico busca hacer enteros para tener respaldo, implícito o explícito, de las “Fuerzas del cielo” en la contienda electoral provincial. Sin embargo, eso choca con el incipiente armado que comanda el diputado libertario Gabriel Bornoroni.
El jefe de la bancada oficialista en la Cámara Baja fue claro al señalar que en 2025 los libertarios tendrán caras nuevas, minimizando las posibilidades de una alianza con aliados en puestos espectables. Lejos de ser un recién llegado, Juez sabe que su meta es otra, amparado en el vínculo personal con Milei. Pero la planta de la política crece mejor si se riega todos los días.
Camino despejado
Mientras el radicalismo vernáculo sigue envuelto en la disputa por la presidencia partidaria local, que en principio recaería sobre el deloredista Marcos Ferrer, independientemente de un eventual capítulo judicial, Llaryora tuvo esta semana otro motivo para sonreír.
Tras 77 días, el viernes logró abrochar la paritaria docente. Tras una votación general, 20 de los 26 departamentos de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (Uepc) aprobaron la propuesta que postula una próxima reunión en febrero de 2025. La oferta fue rechazada por el sindicato de docentes privados y por los departamentos más importantes, lo que denotó que el operativo desgaste logró hacer mella en la voluntad de la mayoría de los maestros, que observan como pasa el tiempo y la plata no alcanza.
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