El dandy que fue gobernador de San Juan y terminó ‘preso’ de un amor con una rubia de 20 años
Elías Amado fue sinónimo de la palabra dandy. Hijo de una familia acomodada de San Juan, médico, propietario de muchos terrenos -principalmente en La Rioja-, vestimenta y calzado de primera línea y auto de lujo con chofer personal. También tuvo fama de playboy y forjó una carrera política que siempre fue en ascenso. Llegó a ser Gobernador, tras un trágico hecho, y la Revolución Libertadora lo llevó a la cárcel. Pero en prisión vio la luz al final del túnel, porque una rubia muy joven y bella lo esperaba para contraer matrimonio.
Elías Teodoro Francisco Amado nació el 7 de enero de 1897. Hijo del libanés Francisco Amado y la riojana Telésfora Gramajo, fue criado en una familia adinerada. Durante su juventud emigró de la provincia para estudiar Medicina. Tras obtener el título universitario, se especializó en Otorrinolaringología y realizó gran parte de su trayectoria profesional en La Rioja. Allí adquirió varias propiedades, principalmente campos, y su fama fue en aumento.
Posteriormente regresó a San Juan e hizo carrera política. Fue dirigente justicialista, en los años de pleno apogeo de la figura de Juan Domingo Perón. Amado se transformó en un hombre de confianza del gobernador Ruperto Godoy. En 1947 ocupó el máximo cargo del Ministerio de Hacienda y tres años después lo acompañó en la fórmula que ganó las elecciones locales.
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Retrato de Elías Amado.
Pero no descuidaba su vida social, y mucho menos su apariencia. Traje blanco de hilo, sombrero Panamá y zapatos blancos. Manejaba su auto de alta gama, pero durante un tiempo tuvo chofer. “A las 8 es el café y a las 10 me buscás”, advertía Amado al conductor, según el relato del historiador Eduardo Brizuela. Todo el combo descrito lo ubicaron en el ranking de solteros más codiciados de San Juan, y ganaba puntos si se consideraba su fama de conquistas y galán de la época.
Su vida cambió con un hecho trágico. Todo ocurrió a finales de mayo de 1950, cuando festejaba con Ruperto Godoy el amplio triunfo en los comicios provinciales. Durante la celebración de asunción, el Gobernador electo sufrió un infarto y murió el 30 de mayo. El velorio de la máxima autoridad sanjuanina es recordado por la masiva convocatoria y la presencia de Eva Duarte de Perón. Tras el deceso, Amado tomó las riendas de San Juan. Estuvo sentado en la silla más codiciada de la provincia entre el 30 de junio de 1950 y el 3 de junio de 1952.
Aurelia, la hechicera
Corría la década del ’50 cuando el médico asistió a una reunión social y quedó deslumbrado con la belleza de una joven de 20 años. Una rubia e integrante del clan Mengual lo sedujo. Eran tres hermanas que vivían por la calle Meglioli -Rivadavia-, de padres españoles, todas blondas y muy bellas, según detalló Brizuela. Esa muchacha era Aurelia, alias ‘Lita’, quien se ganó el corazón de Amado.
La Gobernación ya era tiempo pasado para Amado y el amor con Aurelia avanzaba a pasos agigantados cuando llegó un suceso que cambió la vida del país. En 1955, la Revolución Libertadora provocó un giro en la vida política nacional, y San Juan no fue la excepción. Este proceso ocasionó la destitución de Rinaldo Viviani, su sucesor en el máximo cargo del Poder Ejecutivo, y el arresto del médico en el penal de Chimbas.
El ex Gobernador estuvo largos meses tras las rejas. El médico pasó momentos muy difíciles, pero toda su estadía en la cárcel no fue de color gris. Había una luz de esperanza. Aurelia nunca lo dejó solo y aguardaba con ansias la salida de su prometido para confirmar el amor en el altar. “Todos sabían que la novia lo fue a esperar”, dijo Brizuela. Finalmente llegó la libertad para Amado y al poco tiempo se casaron.
Luego nació ‘Panchito’, el hijo del matrimonio. Tras la revolución y el casamiento, Amado tomó la decisión de alejarse de la política. Su principal prioridad fue su familia y se asentaron en una casona de avenida Libertador pasando calle Moreno, en Rivadavia. Falleció el 4 de septiembre de 1968, a los 71 años.
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