La inédita anécdota de Héctor Cúper con Ronaldo Nazario en su llegada al Inter de Milán: “No, yo no me peso”
Las historias y las anécdotas que rodean a Ronaldo Nazario no hacen otra cosa que enaltecer lo que fue su figura, que incluso pudo haber sido mucho más grande de lo que fue de no haber sido por culpa de las lesiones. Ahora, después de más de 20 años de la llegada de Héctor Cúper al Inter de Milán, el técnico argentino narró una divertida secuencia con el crack brasileño y sus problemas en la balanza.
Cúper arribó a Italia tras unos años de gloria en el Mallorca y, principalmente en el Valencia. Allí, llegó a dos finales de UEFA Champions League, aunque perdió las dos (3-0 contra el Real Madrid en el 2000 y por penales contra el Bayern Múnich en 2001). Gracias a su gran labor en el fútbol de España, la dirigencia Nerazzurri contrató al entrenador albiceleste con el fin de volver a sus años de gloria y salir campeón de la Serie A, algo que no ocurría desde 1989.
A pesar de eso y de unos resultados que no fueron tan convincentes como se esperaba, exceptuando la derrota en semifinales de la Champions contra el Milán, Cúper destacó cómo fueron sus primeros días en la institución y una insólita discusión con el delantero brasileño, figura indiscutible del club. “Me quiere tanto Ronaldo. Lo primero que hago es mandar a la balanza todo el mundo con el profe Alfano. Digo ´bueno, todo el mundo va a la balanza´. Va la balanza y llega Ronaldo. ´No, yo no me peso´, me dice. ¿Cómo que no se pesa? ‘No, no, yo no me peso’”, rememoró el DT en diálogo con Juan Pablo Varsky en su programa Clank.
Ante su incredulidad por la respuesta del ex Barcelona y por estar en frente del equipo, Cúper tuvo que recurrir a otras estrategias para convencer al delantero. “Ahí empezó una charla. No digo una discusión. No me peso. Bueno, 84. Eso lleva unos cinco minutos. Usted no me dice por qué no se pesa. Yo puedo entender una razón. Deme una explicación”, remarcó el argentino. A esto, agregó que llegó el médico del club para contarle que “Ronaldo no se pesa”.
El entrenador no se quedó de brazos cruzados y siguió insistiendo para que Ronaldo se suba a la balanza. Después de varios intentos fallidos, el futbolista le aclaró los motivos: “No me peso porque después me cargan porque tengo mucho peso”. Ante esta situación, Cúper sacó a relucir todo su ingenio y su manejo de vestuario. “Saqué a todo el equipo afuera del gimnasio y me quedé yo solo con él y Alfano para que se pese. Bueno, y ahí se pesó”, comentó, mientras aseguraba que su peso era superior a los 84 kg que él había dicho.
Igualmente, el estratega del Inter se deshizo en elogios ante la calidad del futbolista que jugó en el cuadro italiano desde 1998 hasta 2002, en el cual convirtió 59 goles en 99 partidos. “Tampoco era mucho problema porque era un jugador que era un fenómeno. Un fenómeno. Ese futbolista tenía algunas cosas que a mí mucho no me gustaban, porque uno, qué sé yo, tiene mínimamente una línea. Uno se tiene que adaptar, porque lo primero que tiene que hacer un entrenador es adaptarse al lugar que está”, argumentó.
“Le planteaba un dilema: permitir que Ronaldo no se pesara delante de todos y eso podía generar alguna cuestión vinculada con la autoridad. Usted recién llegaba al Inter y tenía ponerse firme y mira Ronaldo, para esto sos especial, sos un fenómeno, pero te vas a pesar igual que todos”, explicó Varsky. A lo que respondió Cúper: “La idea inicial es que las reglas sean para todo el mundo, pero en el Inter había otro problema, porque vos podés tener un jugador que sea una excepción. Pero yo tenía a Vieri, Recoba, Cannavaro, unos nenes…”.
La historia de Cúper en el conjunto Nerazzurri no fue la soñada y se terminó marchando sin ningún título bajo el brazo después de tres temporadas. El que sí salió campeón fue Ronaldo, que ganó la Copa de la UEFA (renombrada como Europa League en la actualidad) y fue laureado con un Balón de Oro durante su estadía en el Giuseppe Meazza (1997).
Sin embargo, con el cuadro italiano sufrió la trágica lesión que le marcó el camino por el resto de su carrera. Tras recuperarse de una lesión en su rodilla derecha que lo apartó de los terrenos de juego por un año, en su primera aparición sufrió algo mucho peor: se fracturó el tendón rotuliano de la misma pierna. Esto se convirtió en un martirio en la trayectoria de Ronaldo Nazario y privó al fútbol de uno de sus mejores jugadores en la historia, y a un Héctor Cúper que no pudo disfrutar de su calidad bajo su dirección técnica, ni en la balanza.
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