Siria: los insurgentes avanzan hacia la ciudad de Homs en una rápida ofensiva | El jefe de los rebeldes dijo que su meta es “derrocar al régimen” de Bashar al Asad
El jefe de los rebeldes en Siria declaró este viernes que su objetivo es “derrocar al régimen” de Bashar al Asad, después de que sus combatientes se apoderaran de ciudades clave en una rápida ofensiva. En menos de una semana, el avance de los insurgentes asestó un duro golpe al gobierno del presidente al Asad. Los rebeldes se encuentran a las puertas de Homs, la tercera ciudad del país, a 150 kilómetros de la capital, Damasco. Aviones rusos y sirios bombardearon posiciones cerca de Homs, matando a 20 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). En paralelo la ONU informó que el número de desplazados internos en el país ascendió a 370 mil personas.
El ejército sirio confirmó que estaba llevando a cabo una “operación en el norte de la provincia de Homs”, con ayuda de “la aviación y la artillería sirio-rusa”. El OSDH también indicó que el gobierno sirio perdió el control de la ciudad de Daraa, en el sur, y de la mayor parte de la provincia homónima. Los enfrentamientos son los primeros de semejante magnitud desde 2020 en un país devastado por la guerra civil, que desde su inicio en 2011 dejó medio millón de muertos. El país está dividido en varias zonas de influencia, donde los beligerantes cuentan con el apoyo de distintas potencias extranjeras.
Más de 800 muertos por la ofensiva
“Cuando hablamos de objetivos, la finalidad de la revolución sigue siendo derrocar a este régimen”, declaró Abu Mohamed al Jolani, jefe del grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), que encabeza la ofensiva. “Tenemos derecho a usar todos los medios disponibles para alcanzar esta meta”, agregó al Jolani, en una entrevista con CNN divulgada el viernes. HTS está considerado como un grupo terrorista por la ONU, Estados Unidos y algunos países europeos.
Al menos 20 civiles murieron este viernes, entre ellos cinco niños, en ataques lanzados por Siria y su aliada Rusia contra la periferia de la ciudad de Homs, en el centro de Siria, donde se concentran los combates entre los insurgentes y el Ejército Sirio. Entre los fallecidos hay cinco miembros de una misma familia “como resultado del intenso bombardeo con misiles de las fuerzas del régimen que tenían como objetivo la población de Al Dar al Kabira, en la afueras septentrionales de Homs”, de acuerdo al OSDH.
Según el recuento del observatorio más de 800 personas, entre ellas más de 100 civiles, murieron desde el inicio de la ofensiva insurgente contra el gobierno de Bashar al Asad, el pasado 27 de noviembre. El jueves el ministro de Defensa sirio, Ali Mahmud Abas, dijo que sus unidades se retiraron de Hama, en el centro del país, como “medida táctica temporal” y pidió paciencia al pueblo sirio.
Frente a la ofensiva lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib, bastión de los rebeldes, las fuerzas de Bashar al Asad se retiraron rápidamente en algunos casos y en otros libraron combates esporádicos. Los insurgentes ya tomaron Alepo, la segunda ciudad del país, y Hama. Si logran apoderarse de Homs, el gobierno de al Asad solo dominaría Damasco y la costa mediterránea.
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, aseguraron este viernes que sus unidades se desplegaron en la ciudad de Deir al Zur, en el este de Siria, después de que el Ejército sirio y las milicias iraníes se retiraran de esta urbe. Se trata de la primera vez que las fuerzas lideradas por kurdosirios cruzan el Éufrates y controlan una parte de la orilla occidental.
370 mil desplazados internos
Mientras tanto, la Secretaría General de la ONU informó que el número de desplazados internos en Siria ascendió a 370 mil personas tras el inicio de la ofensiva rebelde. “Desde la escalada de las hostilidades, 370 mil hombres, mujeres y niños han sido desplazados, incluidos 100 mil que ya abandonaron sus hogares en más de una ocasión. La mayoría de los desplazados son mujeres y niños”, indicó el portavoz del secretario general António Guterres, Stéphane Dujarric.
“Nuestros colegas humanitarios de ACNUR y ONGs locales nos están diciendo que decenas de miles de personas han llegado ya al nordeste de Siria. (…) Estos refugios se están llenando en cuanto a las familias se les asignan emplazamientos a los que acudir”, dijo el vocero de Guterres, quien agregó que mientras tanto “la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios advierte de que, a medida que las hostilidades en el norte se intensifican y se extienden a otras partes del país, los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios, se enfrentan a graves amenazas para su seguridad”.
Dujarric remarcó en la rueda de prensa que “el futuro de Siria tiene que pertenecer al pueblo sirio” y que las partes en conflicto deben “respetar los derechos humanos y la integridad” del país. En paralelo el ministro sirio de Exteriores, Basam Sabag, afirmó desde Bagdad que las “injerencias regionales e internacionales” son la causa de la ofensiva insurgente que se desarrolla en Siria.
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