A minutos de la revancha, la Concacaf confirmó la sanción al Inter Miami de Messi por las peleas en los vestuarios tras la ida ante Rayados
Cuando faltaba poco más de una hora para el inicio de la revancha en Monterrey, la Concacaf comunicó la sanción que recibió el Inter Miami por los incidentes del final del partido de ida de los cuartos de final disputado en el Chase Stadium, que terminó con triunfo por 2 a 1 de los mexicanos. En aquel cotejo, Lionel Messi no participó por lesión, aunque bajó a los vestuarios para estar con sus compañeros y, según testigos, tanto él como el Tata Martino y Luis Suárez, entre otros, le reclamaron al cuerpo arbitral por algunos fallos, incluida la expulsión de David Ruiz. Fue ahí que terminaron enfrascados en una fuerte discusión con Fernando Ortiz y Nico Sánchez, cabezas del cuerpo técnico rival.
Pues bien, la entidad que rige los destinos del fútbol en Centro y Norteamérica y organiza la Concachampions informó el castigo para las Garzas mediante un comunicado. “El Comité Disciplinario ha sancionado al Inter Miami por los incidentes ocurridos tras el primer partido de los cuartos de final ante CF Monterrey, disputado el miércoles 3 de abril”, reza el prólogo.
“Luego de considerar la documentación y la evidencia reunida durante la investigación, que concluyó requiriendo los testimonios de ambos clubes y revisando minuciosamente los reportes de las autoridades del encuentro, y en base a las regulaciones de la competencia y aplicando los códigos disciplinarios, el Comité ha decidido sancionar al Inter Miami con una multa por un monto no revelado por fallas en la seguridad del estadio”, plantea la sentencia.
“El Comité ha advertido al Inter Miami que podría recibir sanciones más severas en caso de que ocurran nuevos incidentes en los próximos partidos de la Concachampions”, concluye.
En realidad, quien había comenzado elevando la temporatura con sus declaraciones fue Ortiz, ex zaguero de Boca, San Lorenzo y Unión. “Espero que los chicos entiendan que (Messi) es un jugador más, entiendan que es un rival más, porque después viene lo otro. El árbitro, el marco, la gente; todo lo que rodea a Messi puede llegar a tomar decisiones deportivas y extradeportivas. ¿Fui claro?”, sembró suspicacias en la previa a la ida.
Y agregó: “¿Si me preocupa el entorno? Obvio. No sé si nos pueden perjudicar, pero el negocio está ahí. Que el negocio no va por el lado de Monterrey lo sabemos todos, no es que esté diciendo algo que no conozcamos todos. Entiendo el negocio, sí. ¿Lo comparto? No”.
Tras la pelea en Miami, un audio de Nico Sánchez, también ex central argentino, se hizo viral y provocó un escándalo. “Sí, me quiso pelear Messi. No creo que me haya querido pegar, porque sino me hubiese pegado. Porque me tuvo a un centímetro. Me puso el puño al lado de la cara. Creo que estaba buscando mi reacción más que pegarme”, acusó el ex Racing y River.
“Cuando entran los árbitros los encara Messi y le dice de todo. De todo, de todo, de todo a los 3, 4 árbitros. De todo. Detrás de él, el Tata Martino. Pero desubicadísimo los dos. Cosa que si nosotros hacíamos eso nos echan a la mierda. Lo siguieron hasta la puerta del vestuario. El árbitro los miró y no dijo nada. Ahí se calmó la cosa y empiezan a llegar los jugadores”, continuó con su relato en WhatsApp, por el que terminó ofreciendo disculpas tras su difusión.
“En una Martino estaba encendido y entendí que tenía que tirar algo para que se encienda aún más en el ambiente, que estaba pesado. Antes de entrar al vestuario, el Tata tira algo como diciendo “faltan 90 minutos, estamos vivos”. Yo estaba tranquilo, nunca me enoje. Ahí había gente de la Concacaf. Entonces la miro y les digo ‘si nosotros llegamos a hacer eso nos echan a todos’. ¡Para qué! El Tata Martino se dio vuelta y me empezó a decir de todo. Y apareció Messi, que pensé que se había ido. Me quería comer crudo. Se me acercó el seguridad. No me tocó, porque yo no reaccioné. Ni lo miré. Pero el enano estaba endemoniado. Tenía la cara del Diablo. Y me ponía el puño al lado. ‘¿Quién te pensás que sos? ¿Quién sos salame? ¿A quién te comiste? Creo que no lo insulté, pero como no lo miraba, no contesté nunca, peor”, fue el clímax de su narración.
Pues bien, aquel suceso que sazonó la revancha tuvo su castigo.
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