Biden dijo que Estados Unidos rechazará “el extremismo” al igual que Francia | El presidente aseguró que “el votante promedio” lo quiere como candidato
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó este lunes que “Francia rechazó el extremismo” tras conocerse los resultados de la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias de este domingo y confía en que los demócratas hagan lo mismo en las presidenciales de noviembre. Biden pidió a los congresistas demócratas que respalden su campaña de reelección o lo desafíen en la convención del partido en agosto, desoyendo así los llamados a que tire la toalla. Esta semana el mandatario de 81 años será el anfitrión de una cumbre de la OTAN en Washington, entre temores de que el aislacionista Donald Trump gane los próximos comicios.
“El votante promedio quiere a Joe Biden”
“Francia ha rechazado el extremismo. Los demócratas lo harán aquí también”, dijo Biden durante una entrevista telefónica con la cadena MSNBC, en la que insistió en que está preparado para disputar la carrera presidencial. Con respecto a Trump, Biden aseguró que se trata posiblemente del “candidato más extremista” que haya visto en toda su vida y apuntó que las encuestas, al igual que en Francia, también pueden equivocarse en Estados Unidos.
En el programa de televisión “Morning Joe”, el presidente dijo que está “seguro” de que “el votante promedio de ahí afuera todavía quiere a Joe Biden” para un segundo mandato. Biden reconoció estar “muy frustrado con las élites del partido” y agregó: “Cualquiera de estos tipos que creen que no debo postularme, que se postulen contra mí, que me desafíen en la convención” de agosto próximo.
Un Biden desafiante también escribió una extensa carta a los congresistas del partido demócrata. “Me niego a retirarme. Estoy firmemente determinado a seguir en la carrera”, escribió el mandatario, quien afirma tajante que “es hora de que termine la polémica”. Biden contó que, tras las críticas desatadas por su mala actuación en el debate presidencial del pasado 27 de junio, mantuvo “extensas conversaciones con los líderes del partido, funcionarios electos, miembros de base y votantes”.
“He escuchado las preocupaciones de la gente y los miedos que expresan de buena fe sobre lo que está en juego en estas elecciones. No soy ajeno a ello”, declaró el mandatario que aspirará a la reelección el próximo 5 de noviembre si es confirmado por los delegados de su partido el próximo mes. Biden destacó la importancia de las elecciones primarias que se celebraron en varios estados, en las que, sin otro candidato potente que le hiciera sombra, resultó ganador.
En esos procesos, señaló, recibió más de 14 millones de votos, el 87 por ciento de los votos emitidos. “Tengo casi 3.900 delegados, lo que me convierte en el presunto candidato de nuestro partido por un amplio margen”, sostuvo en referencia a su mayoría de cara a la convención. “Siento una profunda obligación hacia la fe y la confianza que los votantes del partido demócrata han depositado en mí para postularme este año. Fue su decisión. Ni la prensa, ni los expertos, ni los grandes donantes, ni ningún grupo selecto de personas, por muy bienintencionadas que sean”, destacó el mandatario.
La OTAN y las amenazas de Trump
Esta semana promete ser crucial para el intento de Biden de superar el caos suscitado tras el debate, durante el cual se mostró muy confundido, se trabó al hablar y hasta divagó. El presidente lo achacó al desfase horario y a un resfrío, pero voces dentro de la bancada demócrata abogan por que se retire de la contienda. Este domingo, por ejemplo, el diario The New York Times informó que al menos 10 congresistas demócratas realizaron llamamientos para que abandone la carrera.
Biden subrayó que no solo cree desde el principio que es el mejor posicionado para derrotar a Trump, “sino que quiere tranquilizar (a la gente al respecto) y demostrar que es verdad”. A su vuelta esta semana de un breve receso los congresistas demócratas deben decidir si respaldan al presidente o le piden que pase el testigo. Celebrarán una reunión ordinaria el martes, cuando empiece la cumbre de la OTAN, que también servirá de escaparate para analizar el desempeño de Biden. El presidente asistirá a varias reuniones y dará su primera rueda de prensa desde la debacle del debate.
Muchos países europeos temen el regreso de Trump, de 78 años, porque criticó reiteradamente la OTAN, expresó su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin e insistió en que él podría lograr poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania. Después de un intenso día con actos en el estado de Pensilvania el domingo, Biden no tuvo actos públicos programados para el lunes, que se espera que dedique a preparar la cumbre.
Está previsto que la primera dama Jill Biden haga campaña en Georgia, Florida y Carolina del Norte, en el este del país. El viernes el presidente retoma la campaña electoral en el estado de Michigan antes de viajar a su casa junto a la playa en Rehoboth, en Delaware, en el nordeste del país.
Para el senador demócrata Chris Murphy “esta semana va a ser absolutamente crítica”. Cuando faltan solo cuatro meses para las elecciones y poco más de uno para la convención del partido, el tiempo apremia. Hay poco margen para reemplazar a Biden como candidato, y el presidente y su equipo parecen decididos a resistir el asedio.
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