El plan de Franco Colapinto para superar el mal trago en Brasil y afrontar lo que viene en la Fórmula 1
En el automovilismo hay una frase concluyente que dice “la carrera más importante es la última”, haciendo alusión a que el resultado reciente es el que más impacta. Por eso Franco Colapinto ya cambió el chip y luego de su primer accidente en una carrera en Fórmula 1 ya comenzó a prepararse para el próximo desafío que será en el Gran Premio de Las Vegas, en dos semanas.
Fue un fin de semana muy especial para el piloto argentino que corre en Williams, ya que en su primera carrera en autos más cercana a su país, no pudo regalarles un buen resultado a los miles de hinchas que viajaron a alentarlo. El número rondó entre 7.000 y 10.000 fanáticos que con mucho esfuerzo fueron al Autódromo José Carlos Pace de Interlagos, sede del Gran Premio de San Pablo.
Los impactos emocionales para Colapinto estuvieron desde el inicio del fin de semana con la noticia del fallecimiento de su abuelo, Leónidas, algo que Franco se enteró por los medios pues su padre Aníbal esperaba decírselo el domingo después de la carrera. Ante ese escenario, volvió a ser clave la contención y el cuidado de sus managers, María Catarineu y Jamie Campbell-Walter.
Con este panorama, otro integrante del entorno de Franco que cumplió un rol esencial fue su psicólogo, Gustavo Ruiz, quien también acompañó en todo momento a Martina, la hermana de Franco, que también se mostró muy mal por la pérdida familiar. Justamente, Ruiz viene preparando a Franco desde hace tiempo para que estuviese listo ante un mal resultado en la Máxima y ese día llegó. Fue en la carrera que menos hubiese deseado que se diera con miles de argentinos, pero algún día iba a llegar, como su primera carrera bajo la lluvia sobre un coche de F1 en la que, hasta el accidente en la 32ª vuelta, cumplió con una buena actuación que incluyó un exigido sobrepaso a Lewis Hamilton en la “S de Senna”.
El propio Ruiz le cuenta a Infobae detalles de cómo se preparó este fin de semana tan especial y la clave para dar vuelta la página y focalizarse en Las Vegas. “Afrontamos un fin con estas características nuevas. La ilusión era muy grande y Franco venía con la idea de poder disfrutar con la gente ya que no lo vivió como una presión el hecho de los miles de argentinos que viajaron a alentarlo. Él se divierte y le da gran cantidad de energía”, revela.
Colapinto había terminado sus siete carreras anteriores contadas las dos Sprint en Austin y la del sábado en San Pablo. Si bien no fueron a Brasil esperando un mal resultado, Gustavo comenta que “desde hace tiempo venimos preparando cómo reaccionar ante un escenario negativo porque sabíamos que algún día iba a llegar. No es algo puntual, sino sobre cualquier hecho que pueda llegar a afectar por si llega a pasar. Era un fin de semana en el que sabíamos que iban a ver condimentos. En Brasil se dio eso y trabajamos para que Franco sienta la libertad de no reprimir eso”.
Hubo un hecho que impactó a Franco en lo emocional y fue el fallecimiento de su abuelo, el jueves por la noche. “Él se enteró de la noticia horas antes de la práctica. Lo afectó. Tratamos de reajustar la energía y el objetivo y enfocar un poco más. Obvio que lo impactó y lo pudo asimilar en gran medida. Pero teníamos que enfocar en cada desafío”. Otro ítem fueron los rumores sobre su futuro y el coach mental explica que “él escuchó todo ese ruido, pero logró que no le afecte”.
Luego de la carrera hubo una reunión con el jefe del equipo, James Vowles, el director deportivo, Sven Smeets, y su ingeniero, Gaetan Jego, con quien discrepó la estrategia de poner dos veces las gomas intermedias. Aunque el tema quedó aclarado bajo la premisa de “ganamos juntos y perdemos juntos”. Un rato más tarde Franco saludó a los hinchas argentinos.
“Franco nunca había corrido bajo la lluvia con un F1 y mientras estuvo en pista cumplió en una carrera que tuvo banderas rojas”, cuenta Gustavo, quien confiesa qué se hace en el momento de mayor decepción de un piloto: “Hay que dejarle un espacio y dejarlo, no invadirnos con palabras y después de ver cómo es la reacción del deportista”.
Del balance del fin de semana, Ruiz afirma que “se rescató todo lo que hizo bien y se aprendió lo que se hizo mal. Él ya tuvo golpes en su carrera deportiva. No es que la situación no le dolió, pero en estos casos hay que reiniciarse y comenzar a trabajar en lo que viene. Si no lo haces y te quedás atrás eso impide que avances. Hay que saber soltar y dar vuelta la página. Franco lo hizo”.
Colapinto siguió los lineamientos de Ruiz y tras lo ocurrido en Brasil comenzó a pensar en Las Vegas. Este martes inició un plan de trabajo en el simulador que tiene configurado el circuito urbano de la mencionada ciudad de Nevada, que será su segunda competencia nocturna y en un horario especial para los argentinos, a las tres de la madrugada del domingo.
“El martes y jueves tuvimos unas charlas virtuales. Para Las Vegas iremos trabajando con dos reuniones semanales”, describe Ruiz, quien subraya que “más allá de las presiones y el más alto nivel lo importante es que Franco está bien, tratando de disfrutar y en su salsa. Busca seguir aprendiendo y seguir rindiendo mejor. Franco no tiene techo”.
* El espectacular sobrepaso de Colapinto a Hamilton en Interlagos
Las sesiones de entrenamiento en el simulador ameritan unas once horas de trabajo diario con un corte de descanso al mediodía para almorzar. Se sumarán a las miles de horas que ya tiene el corredor de Pilar que buscará llegar lo más afilado a la competencia estadounidense.
Franco tiene sed de revancha y si por él fuese correría el próximo domingo. Conseguir un buen resultado es un objetivo que va más allá de lo deportivo. Se trata de una cuestión superación para poder dejar atrás definitivamente lo ocurrido en Interlagos.
Williams también irá a los Estados Unidos para reivindicarse luego de una competencia en la que se llevaron a sus dos autos destrozados. Cabe recordar que Alex Albon chocó en la clasificación y fue imposible poder reparar el monoplaza ya sea por una cuestión humana como por los elementos necesarios.
El equipo británico también sufrió un impacto ya que perdió la octava posición en el Campeonato Mundial de Constructores. Sus pilotos no sumaron y el rival directo, Alpine, logró un 2-3 con Esteban Ocon y Pierre Gasly, lo que le permitió al equipo francés quedar sexto en la tabla ya que superó a Williams, Racing Bulls y Haas.
Brasil ya pasó. Si bien faltan dos semanas, no hay tiempos para los lamentos. Ahora la mira está puesta en Las Vegas y hasta allí irá Franco Colapinto, quien ya dio vuelta la página y quiere ya la posibilidad de revancha. El argentino revolucionó la F1 en solo seis carreras y merece estar en todas las que se vendrán en 2025.
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