Escándalo tras la derrota de Vélez en la final de la Copa Argentina: graves incidentes entre los hinchas y los jugadores en la tribuna
Vélez ya había perdido con Central Córdoba de Santiago del Estero la final de la Copa Argentina. Varios de los futbolistas del Fortín quedaron derrumbados sobre el césped, llorando, por la impotencia. Pero otros comenzaron a mirar hacia las tribunas, donde comenzaron a divisarse algunos enfrentamientos. ¿Qué sucedió? algunos hinchas comenzaron a insultar a los jugadores, en un sector donde había familiares de las figuras del Fortín. Las discusiones subieron de tono y volaron los golpes. En consecuencia, los deportistas se unieron a la gresca, en un impensado y escandaloso final.
Lo que se inició con empujones y algunas palabras cruzadas terminó convirtiéndose en una batalla, entre fanáticos, familiares y algunos jugadores, que se metieron para calmar en algunos casos, como Braian Romero, Elías Gómez, Michael Santos o Agustín Bouzat, y otros participaron activamente, como el arquero suplente Randall Rodríguez o Tomás Guidara y Rodrigo Piñeiro, ambos parte de la delegación, pero que no estuvieron incluidos entre los relevos.
La trifulca dejó imágenes impactantes. El presidente de Vélez, Fabián Berlanga, intentó mediar, pero se lo llevó puesto la ola y rodó varios escalones abajo. La esposa de Santiago Caseres, quien fue suplente, también quedó en medio de la confusión, cayó y casi se desmaya por el golpe, según informó TyC Sports. Al cabo de la pelea generalizada, los familiares saltaron al campo de juego para tomar aire, recuperarse o simplemente estar cerca de los jugadores.
“No vi nada, me contaron que hubo problemas. Espero que no haya pasado nada grave. Creo que cuando pasan estas cosas hay mucha angustia, bronca, que alguno puede actuar con violencia. Espero que no haya pasado nada. Ahora voy a averiguar cómo se inició todo lo que pasó”, comentó el entrenador Gustavo Quinteros.
En este contexto, el conjunto de Liniers deberá afrontar la definición de la Liga Profesional el próximo domingo. Líder de la tabla de posiciones con 48 unidades al igual que Talleres (aunque con mejor diferencia de gol), recibirá en el estadio José Amalfitani a Huracán, el escolta (46 unidades). Un triunfo le otorgará una nueva estrella. Si empata, deberá esperar que no gane la T. Una caída propiciará la vuelta olímpica del Globo o del elenco cordobés, que será local ante Newell’s.
“Nos produce angustia, bronca, injusticia, que no se protege a un equipo que pelea todo y merece tener mayor descanso. La sensación es de deuda con la gente, con el hincha, de conseguir algo tan valioso como un título. El domingo tenemos la próxima oportunidad. Ahora, lo que más me preocupa es recuperar a los jugadores, que están muy cansados. Se notó mucho. A (Claudio) Aquino lo tuvimos que cuidar, a (Francisco) Pizzini también… No tuvimos toda la fortaleza ni estuvimos preparados desde el inicio del partido como para hacer un encuentro que nos dé la posibilidad de ganarlo. Ellos hicieron su trabajo. Felicito a Central Córdoba, disfruten el título”, concluyó Quinteros, que deberá levantarle el ánimo al plantel para buscar la conquista que estárá en juego el domingo. Una victoria puede ayudar a reparar el vínculo con una parte del público, que se rompió en una pelea absurda y empañó el epílogo del certamen federal, que vio campeón al Ferroviario de Santiago del Estero.
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