Guardián de los cielos: la historia detrás del hallazgo de Julia Horn que dio inicio al rescate de película y su protagonista
Guillermo Bilbao es el piloto del helicóptero de la Provincia que descubrió donde estaba el cuerpo de Julia Horn, mientras los sanjuaninos y el país premanecían en vilo por la búsqueda de la joven alemana que se extravió en el cerro Tres Marías. A pesar de que su trabajo había iniciado el viernes por la mañana tras la denuncia por la desaparición, las condiciones climáticas que se presentaron durante el fin de semana complicaron la tarea y por ello el lunes, en los primeros minutos del rastrillaje, logró avistarla.
El hombre que tuvo un papel fundamental en el rescate de los restos de la turista de 19 años contó cómo fue la experiencia que, sin dudas, marcó su carrera como piloto. Es que si bien realiza vuelos a diario por requerimiento del Gobierno de la Provincia, destacó que casi todos son sanitarios y rara vez debe participar en operativos como el que se desplegó para dar con Julia.
“El 90 por ciento de nuestro trabajo es por lo sanitario, estamos acostumbrados a llevar pacientes de los departamentos alejados a la Capital o a otras provincias como Mendoza o Córdoba, pero cuando nos enfrentamos a casos como estos, en los que hay una persona desaparecida o accidentada es muy difícil”, confesó y siguió: “Hay una carga emocional que nos apremia a todos con la necesidad de que aparezca y que sea con vida, con frío, con hambre, deshidratada, golpeada, pero viva. Es lo que uno quiere encontrar cuando sale a hacer los rescates. Lamentablemente, eso no ocurrió ahora, aunque valió el esfuerzo”.
Tras haber “peinado” la zona varias veces, admitió que no pudieron observar nada por la cantidad de nubes bajas que complicaban la tarea. “El clima fue nuestro principal problema, ya que al no tener la claridad de la luz del sol y con esas grietas se hizo imposible verla. Además su ropa, con colores predominantes como el azul y el marrón, se confundía con los de la montaña”, recalcó. Y añadió: “Pasamos varias veces por ahí y no la vimos justamente por eso. Si bien la búsqueda estuvo enfocada hacia el Tres Marías en los primeros momentos, después se extendió hacia la Quebrada de Zonda. Pero no la vimos. El primer día con luz de sol la encontramos a los 20 minutos”, indicó.
Quien estuvo acompañado por Alfredo Diaz y por Gabriel Fava -del Andino Mercedario- reconoció que el detalle clave fue tener presente los colores de la vestimenta de Julia, los cuales advirtió desde lejos y dio aviso a la tripulación. Fue por ello que relató que se acercó lo más cerca que pudo y confirmó las sospechas: era ella y estaba sin vida.
“Habremos estado a una distancia de 20 metros del cuerpo, que era lo máximo que podíamos estar dado que se hallaba en una grieta de la montaña y no podíamos sobrevolar encima, pero pudimos confirmar que era ella”, señaló el mismo que siguió una corazonada para identificar el cuerpo. Es que sus compañeros de vuelo creían que era otra cosa, pero insistió con repasar por el mismo sitio porque estaba casi seguro de lo que había percibido y dio en el clavo.
Lo que siguió después fue la guía de los rescatistas y el comienzo de un rescate inédito, que se extendió por más de siete horas. “Mi compañero le informó al jefe del operativo y de allí fuimos a buscarlo a él y al fiscal para llevarlos hasta el punto donde estaba el cuerpo y que constataran lo mismo”, contó el piloto que describió con lujo de detalles cómo operaron los andinistas, a quienes halagó por su profesionalismo y dedicación, sobre todo en aquellos que lo hicieron de forma voluntaria.
El experto y guardián de los cielos sanjuaninos, que prestó apoyo desde el espacio aéreo y que carga sobre sus espaldas 20 años de experiencia, remarcó que el operativo resultó exitoso, ya que pudieron rescatar el cuerpo y se pudo elucubrar, a través de hipótesis, qué fue lo que le pasó a Julia.
Además, aseguró que el evento sacó lo mejor de los sanjuaninos, no sólo por la intervención de los equipos profesionales en el operativo que duró cuatro días, sino también por la colaboración de aquellos que se acercaron para llevar agua caliente y asistir a los diferentes cuerpos que participaron, entre ellos, grupos de trekking, GERAS, Bomberos, Gendarmería, el Andino Mercedario, guías de montaña y la Policía. “El apoyo y la entrega fue impresionante”, agregó.
Sobre su propia historia y consultado por Tiempo, el protagonista contó que se marchó de San Juan en 1999 para transitar los primeros pasos en la aeronáutica y en 2021 regresó para establecerse con su familia. Sus inicios fueron en Gendarmería y años más tarde, cuando se retiró de la fuerza de seguridad, se volcó al ámbito civil hasta finalizar con la conducción del helicóptero oficial.
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