“Hay que rechazar la ley Bases” | Entrevista a Marina Jaureguiberry, titular del Sadop

“Hay que rechazar la ley Bases” | Entrevista a Marina Jaureguiberry, titular del Sadop

Marina Jaureguiberry es la secretaria general del Sadop, el gremio que aglutina a los y las docentes de la educación pública de gestión privada. La situación que atraviesa el sindicato no es muy diferente de los otros que participan del universo educativo. El gobierno de Javier Milei, que aniquiló el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), coloca a la educación en una crisis que impacta en el salario, pero también en la calidad del servicio educativo. En este contexto, Jaureguiberry afirma que es preciso recuperar el Fonid para la educación en general, pero también frenar el avance del gobierno libertario sobre los derechos conquistados. En ese sentido, destacó el rol asumido por la CGT desde que llegó Milei a la Casa Rosada y afirmó que su gremio participará de la concentración frente al Congreso, que se realizará hoy, para reclamar el freno total de la ley Bases y el paquete fiscal. Dos normas que para Jaureguiberry ponen en serio peligro los derechos laborales. “Vamos a marchar para que mostrarles que la patria no se vende”, indicó.

–El escenario político se vislumbra complicado para los sindicatos de la educación sin el Fondo Nacional para el Incentivo Docente (Fonid) y pariatarias paralizadas.

–Es un momento de mucha complejidad porque en realidad la última vez que nos juntamos en el marco de la paritaria nacional fue en marzo, para discutir un Fonid que para ese momento ya había sido eliminado y que representa para los compañeros una base que para muchos es un 10 o un 20 por ciento del salario. Pero también, y es algo no menor, la discusión del piso salarial nacional quedó estancada. Entonces el último piso es 250 mil pesos a diciembre pasado y nosotros en marzo reclamamos 450 mil. Es una negociación frenada y eso significa lo contrario a lo que durante años logramos los trabajadores y trabajadoras de la educación con nuestras luchas que la educación es una sola a nivel nacional y que como bien social, derechos humano fundamental, es preciso garantizar un piso mínimo en todo el país.

–En este contexto, ¿cuál es el impacto de la política económicas del gobierno en la educación pública de gestión privada?

–La relación de empleo privada tiene como particularidad que para nuestros compañeros la posibilidad de la pérdida del empleo es real. Entonces, también se vive eso como una amenaza porque en el horizonte existe la posibilidad de los cierre de este tipo de escuelas y colegios. Muchas veces eso se traduce en sobrecarga laboral, sobre exigencia de la tarea. La otra pelea que también es fundamental es la del convenio colectivo de trabajo que los trabajadores de la educación pública de gestión privada no tiene. Hay una última resolución del ministerio que los empleadores objetaron porque reconoce expresamente, como hace la OIT, nuestro derecho a negociar colectivamente y es un ámbito que no termina de constituirse y no prospera. Eso implica que las particularidades del sector no se pueden tratar en un ámbito de negociación propio.

–Encima se vive un momento político donde el Estado está en franca retirada por lo que esto que describe podría ser peor.

–Mire, en muchas provincias sucede que al perderse la negociación del piso único cada una hace lo quiere o puede y tenemos un alto porcentaje de sumas no remunerativas y no bonificables, un tratamiento distinto para primer o segundo cargo. Entonces se achata la pirámide de la estructura de los cargos y también la escala salarial afecta la jubilación y, en nuestro caso, el aporte a la obra social porque se recomponen salarios con items no remunerativos.

–Y usted de todas maneras debe garantizar el servicio de la obra social.

–Totalmente. En esos días venimos realizando un estudio profundo de esta situación y vemos que el promedio nacional entre aportes y contribuciones de un docente está en unos 30 mil pesos.

–Imagino que debe estar regresando aquellos que habían optado por las prepagas.

–Sí, eso también lo estamos monitoreando. Hay un regreso a la obra social. Para nosotros es bueno porque entendemos que la obra social sindical tiene un sentido de solidaridad, pertenencia colectiva, de identificación con las problemáticas propias del sector. Construimos las políticas preventivas y de respuesta en función del colectivo que representamos. Los estudios epidemiológicos, las trasavilidades tiene que ver con mirar a nuestro sector.

–Volvamos al Fonid. La oposición busca en el Congreso recuperar este fondo.

–Estamos trabajando de manera permanente con los legisladores. Lo hacemos en forma particular pero también junto a los demás gremios educativos que estamos en CGT, pero también con Ctera e incluso los gremios universitarios. Participamos de las comisiones legislativas donde destacamos la importancia del Fonid que tiene un efecto real y concreto y si se pierde se da de baja una conquista.

–Y encima enfrente tiene un actor que desprecia el Estado

–Este gobierno pone en discusión temas que no se tocaban como es la responsabilidad del Estado en la educación, la seguridad, la salud y la justicia. Hoy está todo en discusión. Eso complejiza porque nosotros creemos en el Estado fuerte, porque esa es la comunidad organizada y también las organizaciones representativas como CGT. Por supuesto que esto está relacionada con el proyecto de país que se pretende. Qué educación queremos y para qué proyecto.

–La CGT tuvo un rol preponderante en la lucha contra las políticas libertarias

–Sí y hay que destacar que se hizo en unidad y de manera inmediata. Desde la CGT se advirtió cuál era la afectación directa sobre el mundo del trabajo. Hay proyectos de ley de recortes de derechos, indivicuales y colectivos, pero también en un marco de deterioro de salario, es dejar al pueblo a la interperie. Entonces rápidamente la CGT toma la bandera porque nos encontramos con la imposibilidad de tener un canal de diáologo. entonces creo que la cGT adopta esta posición de resistencia con dos paros generales. Estuvimos en la calle tomando las banderas de aquella movilización de enero pero también las mujeres sindicalistas trabajamos activamente en la marcha del 8 de marzo, en la del 24 de marzo más la inmensa marcha de abril en defensa de las universidades públicas. En definitiva la CGT recoge todas las luchas que los sindicatos estamos dando y expresa esa confluencia colectiva en defensa de los trabajadores. La CGT hoy por hoy lleva la voz, conduce las medidas de acción directa y denuncia en todos los foros lo que pasa en la Argentina.

–Hay cada vez más mujeres en puestos de conducción de sindicatos y también en la CGT.

–Las mujeres estamos incorporada al mundo del trabajo. Lo que cuesta más es la incorporación a los lugares donde se toman las decisiones. Por ejemplo, en nuestro sindicato soy la primera secretaria general mujer después de 75 años de historia. Entonces creo que el ejercicio de la representación en lugares donde se toman las decisiones es un proceso irreversible. Hay una fortaleza y mayornivel de integración en la CGT que quedó evidenciada en la última elección de autoridades con la composición mixtas de las secretarías del consejo directivo.

–Este miércoles (por hoy) hay marcha al Congreso contra la ley Bases. ¿Qué hará el Sadop?

–Vamos a estar ahí, marchando, concentrando frente al Congreso y reclamando por el rechazo a esa ley y en defensa de la educación pública y de calidad. No queremos delegación de facultades. No queremos reforma laboral y queremos que el gobierno respete la voluntad mayoritaria como el proyecto que implementa un nuevo cálculo de la actualización jubilatoria. Por esto estaremos frente al Senado para decirles claramente al oficialismo que la patria no se vende.

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