Israel atacó una instalación militar en Líbano | Hezbolá la usaba para recibir armas desde Siria desde el alto al fuego del miércoles

Israel atacó una instalación militar en Líbano | Hezbolá la usaba para recibir armas desde Siria desde el alto al fuego del miércoles

El ejército israelí realizó este sábado un ataque aéreo contra una instalación militar en la frontera entre Líbano y Siria que, afirmó, estaba siendo utilizada por el grupo chiíta Hezbolá para la recepción de armamento desde que se estableció el alto al fuego entre ambos bandos. Mientras tanto, en la Franja de Gaza, más de 40 personas fallecieron en el norte del territorio después de que el Ejército israelí atacara un edificio que albergaba a personas desplazadas, y en el sur, tres trabajadores humanitarios murieron tras un bombardeo israelí.

La situación en Líbano

Según un comunicado castrense, el bombardeo de la aviación israelí fue tras constatar que Hezbolá hacía entrar armas en Líbano desde Siria, después de la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego del miércoles entre el grupo libanés y las tropas israelíes. “(Esto) suponía de hecho una amenaza para el Estado de Israel”, agregó.

En Líbano, donde Israel tiene fuerzas desplegadas en el sur, el ejército afirmó: “Localizamos y confiscamos armas que terroristas de Hezbolá habían escondido en una mezquita de la zona, y llevamos a cabo operaciones para alejar a los sospechosos”.

La agencia oficial libanesa de noticias, NNA, informó por su parte de un bombardeo de dron contra un vehículo cerca de la ciudad de Majdal Zoun, en el sur de Líbano. También dio cuenta del disparo de un obús contra Khiyam, una aldea fronteriza, donde se escucharon tiros de armas automáticas. La agencia también reportó tiros intermitentes de artillería en la periferia del pueblo de Chaqra, que también se encuentra en el sur libanés.

El miércoles entró en vigor un cese el fuego entre Israel y Hezbolá, tras más de un año de enfrentamientos transfronterizos y de dos meses de guerra abierta entre el ejército israelí y el movimiento armado libanés, que recibe apoyo de Irán. El acuerdo, auspiciado por Francia y Estados Unidos, establece que el ejército israelí debe retirarse del sur de Líbano en un plazo de dos meses. Hezbolá debe replegar posiciones hasta el norte del río Litani, a unos 30 km de la frontera entre Israel y Líbano, y desmantelar su infraestructura militar en el sur del país. Israel afirma que se reserva una total libertad de acción militar en Líbano si Hezbolá viola lo pactado e intenta rearmarse.

El jueves, apenas un día de regir el alto al fuego, el ejército israelí y el libanés se acusaron mutuamente de no respetar lo acordado. Según el ejército libanés, Israel lo hizo mediante incursiones aéreas y ataques con diversas armas contra el territorio libanés, mientras que las fuerzas de Israel denunciaron que varios sospechosos llegaron a zonas del sur del Líbano en violación de las condiciones del acuerdo, por lo que los soldados israelíes abrieron fuego contra ellos. A partir de ello, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu amenazó con retomar la guerra de forma intensiva.

Asedio en el norte de Gaza

Mientras tanto, en el norte de la Franja de Gaza, más de 40 personas fallecieron, después de que el Ejército israelí atacase un edificio que albergaba a personas desplazadas, informó la Defensa Civil gazatí. “El Ejército de ocupación israelí intensificó sus bombardeos contra viviendas en el norte de la Franja de Gaza, bombardeando una casa que albergaba a personas desplazadas”, denunció en un comunicado.

El ataque se produjo en la zona de Tal Al Zaatar y según los rescatistas de la Defensa Civil todavía quedan víctimas bajo los escombros, ante la imposibilidad de movilizar ambulancias por la inseguridad. El norte de Gaza –Yabalia y su campamento de refugiados, así como la evacuada Beit Hanoun y Beit Lahia– sufren desde hace 58 días un asedio y cerco militar israelí.

Debido a esta situación, en la zona yacen cuerpos en descomposición en las calles desde hace días, denunció una investigación del medio israelí +972, y los equipos de rescate no están pudiendo socorrer a las víctimas. Ya el pasado 26 de noviembre, los equipos de la Defensa Civil gazatí anunciaron que no podrán seguir operando en la gobernación de Gaza, donde se sitúa la capital gazatí, debido a la negativa israelí de permitir la entrada de combustible necesario para sus ambulancias.

Se estima que entre el jueves y el viernes murieron solo en Beit Lahia unos 70 gazatíes en múltiples ataques, de ellos 18 el viernes en un bombardeo israelí doble: primero contra un edificio con refugiados, e instantes después, al atacar al grupo de ciudadanos que se acercaron a prestar ayuda, según fuentes locales. El jueves, en otro ataque contra un edificio residencial con cinco familias, fuentes locales estimaron alrededor de medio centenar muertos, tras perderse el contacto con cinco hermanos, sus esposas, hijos y otros gazatíes desplazados.

Ataque contra trabajadores humanitarios

En lo que respecta al sur de Gaza, otros cinco palestinos, incluidos tres empleados de la ONG World Central Kitchen (WCK), fallecieron en el bombardeo de un vehículo civil en la carretera de Salah al Din, a la altura de Jan Yunis. Israel aseguró que uno de ellos pertenecía al grupo islamista Hamas y que participó en los ataques del 7 de octubre del año pasado en el territorio israelí, donde murieron alrededor de 1.200 personas y otras 251 fueron secuestradas.

Tras el hecho, la ONG anunció que dejaba de operar en Gaza. “World Central Kitchen no tenía conocimiento alguno de que ninguna de las personas que viajaban en el vehículo tuviera presuntos vínculos con el ataque de Hamas del 7 de octubre”, señaló la organización en un comunicado publicado en la red social X. “Nuestros corazones están con nuestros colegas y sus familias en este momento inimaginable”, agregó.

Según relató a la agencia de noticias EFE un testigo, mientras se aseguraba un convoy con ayuda humanitaria, unos bandidos intentaron apoderarse de su contenido, cuando un dron israelí disparó a la parte trasera de uno de los camiones. Entonces, varias personas se acercaron a ayudar y los drones lanzaron otro misil contra el todoterreno donde viajaban los trabajadores, que llevaban el logotipo de WCK.

Según el último balance del Ministerio de Sanidad gazatí, la cifra de muertos en el territorio aumentó a más de 44.300 y a más de 105.000 la cantidad de heridos desde el inicio del conflicto bélico, además de denunciar que muchas de las víctimas siguen bajo los escombros provocados por los bombardeos israelíes.

“Por favor, no nos olviden”

Por otro lado, Hamas publicó un vídeo del cautivo Edan Alexander, rehén en la Franja de Gaza desde hace más de 420 días, en el que pide llorando a Netanyahu que saque a los rehenes del enclave. “El miedo y el aislamiento nos está matando. Por favor, no nos olviden. No es razonable que nosotros paguemos el precio por el error de nuestro Gobierno”, expresó el joven de de 20 años.

Alexander, según medios locales ciudadano estadounidense nacido en Tel Aviv, se unió a la Brigada Golani como soldado tras graduarse de la secundaria en 2022. El joven pide a los ciudadanos israelíes que se manifiesten a favor de un acuerdo y que presionen al Gobierno para salvar a los 101 rehenes que aún siguen en manos de Hamas y otras milicias desde octubre de 2023.

De los 251 secuestrados por Hamas, quedan en el enclave 97 cautivos –la mitad ya muertos–. Cuatro rehenes fueron liberados por Hamas en octubre y ocho fueron rescatados por el Ejército, mientras que se han recuperado los cuerpos de más de 37 rehenes, al menos tres muertos por disparos por error de las tropas israelíes. Desde que comenzó la guerra, Israel y el grupo islamista solo lograron un acuerdo de tregua de una semana hace un año, entre el 24 y 30 de noviembre, que permitió liberar a 105 rehenes –81 israelíes y 24 extranjeros– a cambio de 240 prisioneros palestinos.

Leave a Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *