La oposición buscará voltear el DNU que habilita el megacanje de Caputo | Unión por la Patria presiona para tratarlo en la Bicameral
El DNU que habilita al Gobierno a refinanciar la deuda aunque empeore las condiciones de pago fue la gota que rebalsó el vaso. Después del blindaje al veto de la ley que aumentaba las jubilaciones, la oposición buscaba venganza. Y la decisión de Javier Milei de autoadjudicarse, vía DNU, la posibilidad de emitir nueva deuda sin necesidad de pasar por el Congreso terminó alineando a peronistas, pichettistas y radicales en una nueva batalla contra el oficialismo: el rechazo al DNU 846. Es un amigable sucedáneo del rechazo al mega DNU 70, para el cual todavía no están los votos, pero también el inicio de un debate más amplio. Y es que la UCR y Encuentro Federal sostienen que llegó el momento de discutir el problema de fondo, que es la ley de DNUs. El objetivo, a partir de ahora, será modificar y limitar la ley, dejando, así, al gobierno libertario sin una de sus principales herramientas.
La noticia, al principio, pasó desapercibida, pero después terminó implosionando dentro de todos los partidos de la oposición: el gobierno nacional había publicado, el lunes a la mañana, un DNU en el que volvía a insistir en la posibilidad de renegociar la deuda externa sin necesidad de pasar por el Congreso y, como yapa, sin necesidad de mejorar las condiciones de monto, tasa o plazo de pago. El gobierno ya lo había intentado hacer en la Ley Bases, pero la oposición le terminó vetando el artículo. Y después volvió a intentarlo presentándolo como un artículo del Presupuesto 2025. No esperó, sin embargo, a que arrancara el debate: prefirió acortar camino y mandarlo como un DNU.
El primero en reaccionar fue el peronismo, con metralleta tuitera de Cristina Fernández de Kirchner incluida. El titular de la bancada de Unión por la Patria, Germán Martínez, salió a advertir que el Congreso tenía que rechazar el DNU 846 “como rechazamos los gastos reservados de la SIDE”. Y, el martes por la tarde, después de una reunión de bloque, los diputados terminaron definiendo una estrategia: se esperaría a que el Ejecutivo enviase el DNU al Congreso y se presionaría para darle tratamiento inmediato en la Bicameral. Y, el 21 de octubre, cuando se cumpliese el plazo obligatorio para que la Bicameral tratase el decreto, se llevaría la pelea al recinto.
UxP no jugaba solo. Un par de días antes, el bloque peronista había tenido contactos con algunas de las espadas de Encuentro Federal, que preside Miguel Ángel Pichetto. Martínez les consultó si estaban para voltear el DNU 70 – que eliminó la ley de Alquileres, la de Tierras, entre otras -, y del otro lado le respondieron que habían demasiadas resistencias internas y que el número, de momento, no estaba. Nicolás Massot y los socialistas Esteban Paulón y Mónica Fein lo venían impulsando, pero Pichetto no quería saber nada (se sospechaba, además, que tendría poco acompañamiento de quienes responden a los gobernadores de Córdoba y Entre Ríos). Bloqueada la posibilidad del rechazo al DNU 70, un dirigente de EF deslizó, al pasar, una segunda opción: la modificación de la ley 26.122, que es la que regula los DNU.
La pelea contra la ley de DNU
El bloque de Pichetto viene impulsando la reforma de la ley 26.122 desde que Milei se engolosinó con legislar vía DNU. Sostienen que la ley, sancionada durante el gobierno de CFK, es demasiado restrictiva para con el Congreso, que no tiene plazos para actuar y que necesita, a su vez, de que las dos Cámaras lo rechacen para que quede sin efecto (mientras que solo con la aprobación de una Cámara se ratifica). El objetivo es modificarlo. La base es un proyecto de Oscar Agost Carreño que propone, entre otras cosas, que solo con el rechazo de una Cámara el DNU quede sin efecto. Establece, además, un plazo máximo para el tratamiento del DNU en el Congreso – 60 días desde que la Bicameral emite dictamen – que, de no cumplirse, dejaría automáticamente al DNU sin vigencia.
El objetivo de EF es, por un lado, avanzar con la reforma de la ley 26.122 y, por el otro, insistir en lo particular con el rechazo del DNU 846. “Vamos a intentar voltear el decreto en el recinto, pero tenemos también que resolver el problema de fondo. Porque Milei va a sacar por DNU todo lo que no pueda sacar por ley”, adelantó un diputado de EF. Tendrán distintos aliados para cada estrategia.
En el caso del rechazo al DNU de canje de deuda, las conversaciones son con UxP. Trabajarán juntos para rechazarlo en la Bicameral y, después, en el recinto. El ojo está puesto en la actitud de la UCR, cuyos votos necesitan para voltear el decreto en el recinto. Hasta ahora, el dinamitado bloque de la UCR no ha asentado postura. Sí han surgido varias voces que han empezado a manifestar su malestar con la decisión de avanzar, vía DNU, con un tema que le habían rechazado en la Ley Bases. “La peor deformación de los DNUs es que se usen para sortear la falta de mayorías parlamentarias. Eso lo hace un instrumento no de emergencia, sino imperial”, cuestionó Alejandro Cacace, secretario parlamentario de la UCR (y el principal armador de Rodrigo de Loredo en el bloque).
La UCR, en cambio, sí acompaña la propuesta de modificar la ley 26.122. Hay varios proyectos, incluso, como del propio Cacace cuando era diputado. La duda, en este caso, es qué hará UxP: varios dirigentes acompañan la iniciativa, pero otros se muestran incómodos con avanzar con una ley impulsada por CFK.
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