La periodista que transformó la vida de los docentes sanjuaninos

La periodista que transformó la vida de los docentes sanjuaninos

Periodista de raza, siempre tuvo en claro su camino. Era una niña y Adriana Vera ya prefería la locución por sobre la actuación en las presentaciones escolares. Pero no únicamente fue la vocación. A través de sus padres, docentes de establecimientos de frontera, conoció las necesidades del sector y las urgencias por estar informados. Estas experiencias la llevaron a formarse como comunicadora, y tras varios años en el medio, hoy es una referente del rubro y logró transformar la vida de los educadores en la tierra de Domingo Faustino Sarmiento.

Gran parte de su infancia transcurrió lejos de San Juan, más exactamente en la localidad formoseña de Clorinda -a muy pocos kilómetros del límite con la capital paraguaya de Asunción-, cuando sus padres Luis Vera y Ofelia Rodríguez buscaban nuevos horizontes en sus vidas. Vivieron allí durante 15 años, junto con sus dos hermanos y dentro de una escuela.

En ese lugar comenzó a observar las necesidades y las aspiraciones de toda la comunidad. Vera recordó la imagen de sus padres atentos al noticiero del mediodía para conocer datos del ámbito educativo, provenientes de la Ciudad de Formosa. Ese hecho fue clave en su vida. Desde allí supo que su camino estaba marcado por la comunicación.

Luego la familia volvió a San Juan con el objetivo de que Adriana y sus hermanos estudiaran una carrera universitaria. Pasó los últimos dos años de Secundario en el Colegio El Tránsito y en esa institución reafirmó sus pretensiones de dedicarse al periodismo. Posteriormente eligió Ciencias de la Comunicación.

En 5º año de la carrera llegó la gran oportunidad. Radio Colón llamó a cubrir una vacante para una mujer. Marcela Podda y Celia Illanes eran algunos nombres de jóvenes que destacaban en la época. Ingresó en el turno tarde en 1989. La LV1 le permitió formar sus primeras armas.

ed028fbc-a5d3-4212-ba1f-a6d029083d5c.jpg

Adriana Vera en los estudios de AM1020, su hogar radial.

Adriana Vera en los estudios de AM1020, su hogar radial.

Ese llamado fue trascendental para Vera: “Era muy importante que te dieran un lugar en los medios”. Por supuesto, había tres radios –Colón, Sarmiento y Nacional-, Canal 8 era el único canal de televisión y Diario de Cuyo el periódico de la provincia. No fueron años fáciles. Además, las mujeres presentaban más dificultades para ingresar a los medios debido a la marcada presencia masculina. “Éramos la voz femenina que acompañaba y no tenía protagonismo”, relató.

Pero la periodista no desaprovechó su oportunidad, y mucho menos su sueño de pequeña. Dentro de su turno pidió un espacio para brindar información sobre el ámbito educativo. Le dijeron ‘Sí’, pero solamente le concedieron los últimos cinco minutos de aquel programa ómnibus. La sección tuvo un nombre, que sigue vigente en la vida de Vera: “Informaciones con Tiza y Pizarrón”.

Adriana comenzó a ganar terreno con su espacio, siendo una pionera del periodismo educativo. La información tuvo repercusión en la audiencia. Era muy fiable y apuntaba principalmente a los departamentos alejados por la amplia llegada de la LV1 a todos los rincones de San Juan. Los pedidos de los oyentes aumentaban día a día: “La gente llegaba hasta la radio para pedir datos, saber las fechas de cobros y otras consultas”. Como consecuencia, los cinco minutos quedaron muy cortos y la duración de la sección subió a diez minutos.

En Colón estuvo cuatro años y luego arribó a Radio Sarmiento. Cambió de casa, pero no dejó su espacio y decidió patentar su programa “Con Tiza y Pizarrón”. El formato aumentó su tiempo. Vera contaba con media hora en la tarde y algunos minutos para “Los anticipos con Tiza y Pizarrón” desde las 7 de la mañana.

El agradecimiento de los oyentes

Vera transformó vidas gracias a su trabajo. Más de un oyente le agradeció en la calle por escuchar la información sobre un llamado para cubrir cargos. “Fui y tomé esas horas”, le dicen constantemente. Otros sanjuaninos que la relacionan con sus madres. “Ella se despertaba en la radio y aparecía la música del programa. Para mí esa música está netamente relacionada con vos”, también le comentan.

Siempre destaca los logros de las escuelas, que comunicó por años. Recordó a los docentes que iniciaban su carrera y hoy son autoridades, o los alumnos ganadores de un proyecto educativo y actualmente son grandes profesionales.

Embed – TIERRA DE VAINAS UN PRODUCTO AUTOSUSTENTABLE DE LA EAEA En la segunda jornada de frutos secos organizada por Calidad de vida. Escuela Agrotecnica… | By AdrianaFacebook

TIERRA DE VAINAS UN PRODUCTO AUTOSUSTENTABLE DE LA EAEA En la segunda jornada de frutos secos organizada por Calidad de vida. Escuela Agrotecnica Ejercito Argentino

Publicado por Adriana Vera en Jueves, 22 de agosto de 2024

Cómo define su trabajo

La información de servicio, confiable y con honestidad es innegociable para la periodista. Es su mayor orgullo y un sello que siempre llevará: “Nunca transmitiré algo que no esté totalmente chequeado”. Tampoco intentará dañar a nadie, confesó.

Vera es muy consciente de los drásticos cambios en los medios de comunicación. Hoy la prioridad e instantaneidad la ganó internet, pero mucha información requerida por los oyentes no se difunde y en su rol de periodista es la encargada de llevar credibilidad, ser un nexo y atender las necesidades.

El ABC del periodista lo respeta a rajatablas. “Nadie me cuenta las cosas y no espero que la noticia esté publicada en otro medio. Yo voy a buscar y generar la información”, reconoció.

La famosa Adriana Vera

La televisión impulsó su reconocimiento. Para la comunicadora es habitual que una docente la pare en la calle para realizar alguna consulta, sobre todo en los últimos años por su labor en Telesol y AM1020.

Las redes sociales también ayudaron. La fan page de “Con Tiza y Pizarrón”, que está vigente desde los inicios de Facebook, recibe cientos de mensajes y colabora al crecimiento de su comunidad.

La familia también es un pilar clave y de gran ayuda. Los oyentes más fieles y críticos son sus padres. Ya jubilados, no pierden las mañas por hacerle consultas relacionadas a la educación. “Además, quién no tiene un docente en la familia”, dijo.

Por supuesto, no dejó de lado a su equipo de trabajo al mencionar a los operadores y a Gonzalo Varela, su compañero de programa. “Sin ellos sería imposible comunicar”, contó.

Leave a Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *