La sanjuanina que se recibió de piloto y pasa de manejar colectivos a surcar los cielos

La sanjuanina que se recibió de piloto y pasa de manejar colectivos a surcar los cielos

Era muy pequeña cuando miraba el cielo y pensaba en volar. Creció y esa idea continuaba dando vueltas en su cabeza, aún cuando realizaba tareas en fincas de Angaco junto a su padre. Mientras seguía con la mira puesta en las alturas, decidió empezar a trabajar en el transporte en la tierra. Todo, hasta que los planetas se alinearon y logró iniciar la carrera de piloto en Córdoba. Esta semana, por fin, recibió su diploma: ahora es Piloto Privado de Avión (PPA).

Susana González tiene 31 años recién cumplidos, una edad bastante corta para la cantidad de experiencias que ya vivió. Nadie en su familia ha estado cerca de la aviación y su interés, distinto al de sus hermanas que preferían profesiones más convencionales, siempre generó sorpresa en su entorno. Sin embargo, en todo momento la apoyaron para seguir adelante.

“Mi interés por los aviones surgió porque cuando yo era pequeña y nos mudamos a Angaco, el circuito de tránsito aéreo coincidía con la ruta nacional del departamento, que queda en la esquina de mi casa. Hasta la fecha veo los aviones pasar. Siempre sentí el anhelo de ser uno de esos pilotos alguna vez. Y aquí estoy ahora, un paso más cerca de lograrlo”, celebra la joven.

image.png

Y cuenta que, “por distintas situaciones de la vida fui priorizando otras cosas. Pero apenas me ordené, me enfoqué en cumplir mi meta”. Es que, hasta llegar a ser piloto oficialmente, Susana estudio para ser diseñadora y trabajó en diferentes rubros. Conoció a muchas personas en el campo cuando trabajaba con su papá, sacó el carnet profesional y se transformó en chofer de colectivos de la empresa Alto de Sierra. Después inició su carrera en la empresa de transporte Sotur, lo que le permitió conocer muchas provincias y personas de distintos países y con la que viaja, por ejemplo, trasladando a trabajadores hacia la mina Veladero.

“Actualmente manejo colectivos, 4×4, pisos elevados, agrales, el vehículo que me pidan en la empresa. A lo largo de este tiempo me fui formando como persona y profesionalmente. No fue fácil, quise desistir en varias oportunidades, pero estoy rodeada de gente linda, entre mi familia, mis amigos y conocidos. Tuve dónde apoyarme para seguir adelante”, reconoce la joven.

image.png

Antes de iniciar la carrera para ser PPA sacó la licencia de Piloto de Drones en Neuquén. Y aunque asegura que es hermoso tener ese conocimiento todavía no se conformaba, ella quería volar. Fue al ingresar a la empresa en la que se desempeña actualmente que se le dio lo que tanto había deseado. “Yo trabajo 14 por 14 y ese régimen fue el me permitió poder viajar todos los meses a Córdoba a estudiar”, relata.

“El vuelo que nunca se olvida es el primer vuelo solo. Las sensaciones que experimentas en ese momento son inexplicables. Te ponés a prueba a vos mismo como ser humano a 2.800 Pies de la Tierra”. “El vuelo que nunca se olvida es el primer vuelo solo. Las sensaciones que experimentas en ese momento son inexplicables. Te ponés a prueba a vos mismo como ser humano a 2.800 Pies de la Tierra”.

En ese contexto explica: “Elegí Córdoba porque en Villa Dolores sentí la calidez de un hogar, no solo había instructores para enseñar PPA, te hacen sentir parte de una familia aeronáutica siendo aún alumno y no colega. Algo me decía que tenía que ser ahí, me encontré con compañeros de distintas provincias, países y muchos locales. A pesar de que durante de un año y medio hice cuatrocientos cinco kilómetros de ida y de vuelta en cada viaje para poder estudiar y recibirme, no me arrepiento de mi elección”.

image.png

Ahora, después de haber pasado las 40 horas de vuelo que le permitieron obtener la licencia de Piloto Privado de Avión, puede seguir volando para comenzar sumar las horas y certificaciones que le permitirán llegar más allá.

Sobre su nueva conquista, Susana cuenta que está feliz. “Mi familia está más que contenta y orgullosa, soy la hija que sale de las carreras normales”, reflexiona. Pero ella, sigue soñando alto y para adelante: “Ahora, mi meta es seguir sumando horas y obtener la licencia comercial”, confía.

Leave a Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *