Para los gobernadores del norte hay temas más importantes que la ley ómnibus | El ministro del Interior se reunió en Salta con los mandatarios del Norte Grande que pidieron fondos para docentes, para obras públicas y medicamentos.
“Estoy contracturado”, se quejó el ministro del Interior Guillermo Francos, ante los diez gobernadores del norte grande que lo esperaban en Salta. Bajo el brazo de cada uno había una lista enorme de reclamos y preocupaciones. Si bien hay mandatarios de diferentes partidos políticos, fue unánime el estado de alarma desatado por la brutal recesión económica que lleva adelante el gobierno nacional y que está pulverizando las cuentas de las provincias. En ese sentido, le pusieron un freno a las pretensiones del ministro de hablar del Pacto de Mayo y la nueva versión de la ley Bases. Los gobernadores lo escucharon pero le advirtieron que “hay que hablar de muchas cosas antes”, como el fondo para los docentes, los subsidios al transporte, programas que eran para entregar comida en las escuelas y otros con los que se atendían enfermedades graves como oncológicas, de HIV y trasplantes. El ministro regresó a Buenos Aires con la contractura.
Francos viajó de Casa Rosada a Salta con un objetivo claro: hablar de la ley bases y pedirle a los gobernadores que lo acompañen en la votación en el Congreso. Pero la respuesta por parte de los mandatarios provinciales fue sincera y unánime: “Hay que hablar de muchas cosas antes”. El ministro se sentó en la mesa y empezó a teorizar sobre el Pacto de Mayo, “falta muchísimo para eso”, le insistieron.
La escena es repetida y el tedio de los interlocutores cada vez mayor. El ministro se junta con los gobernadores, los escucha, asiente y promete respuestas. Los días pasan y desde el gobierno nacional siguen ajustando y recortando a las provincias sin escuchar las demandas. “Tiene buena voluntad, pero lo mandan a pelear con dos escarbadientes”, reflexionan en las provincias.
Esta vez le volvieron a reclamar por la recuperación del FONID “que afecta directamente los sueldos de los maestros”, por el abandono del financiamiento de las obras públicas y “por la quita de subsidios al transporte y a la energía, que hoy asumen en su totalidad las provincias y sus ciudadanos, mientras que el AMBA sigue gozando de los mismos, con los recursos de todos los argentinos”, se quejaron. También plantearon el desfinanciamiento del Programa Incluir Salud, que atiende enfermedades graves.
La respuesta desde Nación volvió a ser como un mantra: “no hay plata”, les repiten. “Ellos dicen que están estudiando el tema del subsidio al transporte. Argumentan que no se puede cortar ‘de una’ en el Amba, pero a las provincias nos cortan todo sin anestesia”, protestan desde las provincias.
Esta vez, sin embargo, el titular de la cartera intentó hacer un movimiento y no viajó solo. Llevó con él al secretario de Hacienda, Carlos Guberman. “Los reclamos se direccionaban hacia Guberman, pero es un técnico”, dicen con cierto tono de frustración y desesperación desde los gobiernos provinciales. No pueden entender, explican, que el gobierno piense la realidad social “como si fuera un excel”.
El descontento aseguran que es generalizado y que no tiene que ver con cuestiones partidarias. Incluso cuentan que durante la reunión fueron muy duros todos los gobernadores sin importar el lado de “la grieta” en el que están: se quejaron desde Gustavo Valdés –de JxC–, hasta Hugo Passalacqua –del partido provincial Frente de la Concordia misionero–, y hasta el propio Osvaldo Jaldo, que no tuvo empacho en acompañar al gobierno durante el tratamiento de la ley ómnibus en febrero, cuando sus diputados rompieron con el bloque de UxP para aprobar el dictamen del oficialismo. “Todos tienen la misma línea”, repiten los que estuvieron en el encuentro y reflexionan que “la situación es muy grave y está cada vez peor. Por eso no hay diferencias”.
En Casa Rosada, mientras las provincias están al rojo vivo, dicen que el 17 de abril enviarán al Congreso, no solo el proyecto de la ley Ómnibus –cuyo último borrador tiene más de 260 artículos–, sino también un proyecto de ley de medidas fiscales donde figura la restitución del impuesto a las ganancias. Y que a ello se incorporaría también una reforma laboral. Desde Salta, tras la reunión, dijeron que no se pudo hablar nada vinculado a ese tema porque hay cosas más urgentes. “Falta mucho para poder hablar de la ley”, repiten los gobernadores.
Tras el tenso cónclave, Francos dio una conferencia de prensa junto con Gustavo Sáenz y Gerardo Zamora. “Milei dijo varias veces que él puede gobernar sin las leyes, que puede utilizar los instrumentos que tiene, pero que con las leyes sería mucho más rápido el proceso de generar el crecimiento en la Argentina“, dijo Francos con cierto tono amenazante. Los gobernadores, en tanto, hablaron de “dar herramientas”, y le agradecieron su presencia.
“Vamos a acompañar como hemos acompañado a todos los gobiernos cuando ganan una elección. Vamos a darle las herramientas necesarias y legítimas, pero si dentro de esa legislación hay algo que afecta a la provincia no me tendrán acompañando”, puntualizó Sáenz cuando le consultaron sobre la ley. El gobernador también adelantó que el gobierno les prometió que “en los próximos días”, les darán respuesta a temas puntuales como qué pasará con el del FONID o los subsidios al transporte. “Hay cosas que nos preocupan y establecimos como prioritarias las rutas nacionales. Una buena noticia de que algunas ya se van a establecer como prioridad y continuarán”, dijo Sáenz comprometiendo en público al ministro.
A su turno, Zamora fue más directo: “Hay reclamos que son públicos. En busca del equilibrio fiscal hubo muchos recortes y las provincias estamos sufriendo gran parte de estos recortes, por ejemplo, en la obra pública”. “Lo importante de esta reunión es que hemos sido escuchados”, dijo después para bajar un poco el tono. Más tarde agregó que “todos estamos preocupados por la economía y por la caída en la recaudación nacional que se refleja en los impuestos coparticipables“.
Por último, el gobernador advirtió: “somos los más interesados en que el país se reactive, en que el gobierno tenga éxito y en que el ajuste sirva para reactivar la economía. También compartimos la preocupación por la inflación, pero en el 2001 no teníamos inflación y el país explotó“.
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