Tragedias laborales: historias de sanjuaninos que murieron trabajando
Cristian Gastón Rojas tenía 50 años y esta mañana salió hacia su trabajo en un galpón de la empresa Hugo Ferrer, en Santa Lucía, como todas las mañanas.
Manipular un esmeril no era algo a lo que el operario estuviera ajeno, ya que había realizado este trabajo durante años. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado y terminó con el cráneo destrozado en ese taller ubicado en sobre Ruta Nacional 20, en el kilómetro 3. Luego se supo, de boca de los fiscales, que Rojas no tenía medidas de seguridad que tal vez podrían haberle salvado la vida.
El caso de Rojas no es el único en que la jornada laboral terminó en desgracia para trabajadores sanjuaninos y la provincia cuenta con lamentables antecedentes de fallecimientos traumáticos, muy dolorosos y sorpresivo.
Se intoxicó y cayó a la pileta de una bodega en Chimbas
El 28 de septiembre de 2012, José Javier Galiota estaba limpiando la pileta de una bodega Tierra del Huarpe, ubicada en calle Salta 667 (N), en Chimbas.
Galiota, de 36 años, cayó en el interior de una pileta de 10 metros de profundidad. La estaba limpiando y no se dio cuenta que los gases que emanaban del sector donde se almacena el vino lo fueron matando poco a poco.
Cuando sus compañeros lo sacaron del interior del piletón llamaron a la ambulancia pero ya era demasiado tarde. Galiota había muerto.
El ingeniero que murió sepultado vivo en un silo
Morir asfixiado debe ser una de las cosas más tremendas y le pasó a un ingeniero porteño de la fábrica de vidrios Cattorini Hermanos en el año 2018.
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Ocurrió el 17 de enero de ese año cuando el ingeniero Mariano Hernández hacía una tarea de rutina en el sector de molienda de la fábrica de calle Benavídez, cerca de Necochea. Hernández cayó adentro del silo de arena y quedó sepultado a 5 metros de profundidad. Murió aplastado y asfixiado.
Las versiones policiales eran dos, la primera es que Hernández bajó en una silla de tela improvisada con cuerdas y sostenido por otros dos operarios de la empresa. El ingeniero quería meterse al silo con una pala y remover arena que había quedado pegada en las paredes por la humedad. Testigos afirmaron a la Policía que Hernández se cayó de esa silla improvisada y fue “chupado” por la arena hasta perderse de vista.
Otra versión indica que cuando Hernández hizo pie sobre la arena, empezó a golpear las paredes con una pala y se le vino encima una gran cantidad que lo dejó sepultado a 5 metros. Bomberos tardó 5 horas en poder rescatar el cuerpo del ingeniero.
Dos compañeros de trabajo que murieron ahogados en desechos cloacales en Caucete
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Miguel Olmos (53) y Darío Talquenca (36) acababan de quedar en planta permanente trabajando en OSSE cuando murieron el 25 de enero de 2019 en una pileta cloacal.
A ambos los encontró el sereno de la planta ubicada en Caucete. La versión policial indica que el primero que cayó a esa pileta fue Olmos y que su compañero, Talquenca, se tiró para rescatarlo.
Es probable que Olmos haya estado rondando por la zona de la pileta cuando se descompensó, creen que porque tenía problemas al corazón. Talquenca se tiró en un intento desesperado por salvarlo pero, el gas metano que emanaban las cloacas lo descompensó en minutos y murió ahogado en el contenido de las piletas.
Cuando el sereno los vio, dio aviso a sus superiores y al servicio de emergencias pero nada pudieron hacer para salvarlos. El departamento estuvo conmocionado por semanas porque ambos trabajadores eran muy conocido y muy queridos. Es más, Olmos acababa de comprar su primer auto 0km después de haber trabajado duramente durante años en esa planta de OSSE.
Denis, el joven al que mató la negligencia y una caída de 35 metros al vacío
Denis Cabanay tenía 27 años ya había sido contratado para trabajar en una perforación en calle 10 y Vidart, en Pocito. Fue un trágico 5 de diciembre de 2022 cuando la ausencia de medidas de seguridad y la negligencia de sus dos patrones mataron al joven.
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Era lunes y el trabajador estaba en esa finca en busca de agua, haciendo un pozo de 35 metros de profundidad y 44 centímetros de diámetro. Ariel Zabaleta, su compañero, estaba bajando a Deniscon un sistema de poleas. El trabajador estaba sentado en una cincha que pasó por abajo de sus axilas y sujetado con un cable deshilachado.
El objetivo de Denis era sacar un cable que había caído en esa perforación que, cabe destacar, tenía dos caños de punta en la base.
Cuando lo subían, el cable se cortó y el obrero cayó sufriendo gravísimas heridas en el impacto. Uno de su patrones intentó bajar y no pudo sacarlo debido a que el agujero era muy estrecho, así que no le quedó más remedio que llamar a la Policía. Finalmente Bomberos terminó recatando al joven que ya estaba muerto porque había perdido mucha sangre.
En el año 2023, la jueza de Garantías, Celia Maldonado, condenó a los culpables de la muerte de Denis. Se trata de quienes lo contrataron, Marcelo Abel Morán (36) y Sergio Iván Mut Pérez (44). Ambos aceptaron su autoría por homicidio culposo y recibieron una pena de 2 años y 3 meses de prisión en suspenso y 5 años de inhabilitación para trabajar en perforación. No fueron presos por la negligencia que mató al trabajador.
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