Una psicóloga sanjuanina, en contra de las siestas largas: “Pueden afectar tu salud”
Si hay algo que caracteriza a los sanjuaninos (además de nuestras semitas por supuesto) son las siestas largas. El verano de 40º ayudó a que normalicemos este hábito de siestas de dos o tres horas. ¿A quién no lo asustaron de chico con la llegada de la Pericana, esa bruja que se llevaba a todos los niños que osaran no dormir la siesta?
La psicóloga Martina Biscaro es porteña pero fue adoptada por esta provincia hace más de diez años. La profesional viene a romper con ese mito. Parece ser que, según la ciencia, dormir largas horas de siesta no es bueno para nuestra salud y Martina tiene las pruebas.
“Lo primero que deberíamos definir es qué consideramos una siesta larga. Es la que supera los 40 minutos”, comenzó aclarando la psicóloga que además es especialista en psiconeuroinmunoendocrinología.
Es que cada vez que nos acostamos a dormir se producen ciclos del sueño, “ciclos que arrancan y terminan, arrancan y terminan, se producen varios cada vez que dormimos de noche”, explicó la especialista. Es por eso que cada vez que dormimos una siesta larga y despertamos “interrumpimos ese ciclo y nos levantamos más cansados que antes, la siesta no fue reparadora”.
Según Biscaro, dormir siestas muy largas afectan a nuestra salud y nos podría generar serios problemas. “No son recomendables, modifican el sueño nocturno, nos alteran el ritmo cicardiano (ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas)”, aseguró la profesional.
Hay estudios que demuestran que las largas siestas representan riesgos reales para la salud como “riesgo de desarrollar un síndrome metabólico, exceso de grasa en la cintura, está asociada a mayor probabilidad de problemas cardiovasculares, mayor riesgo de mortalidad, etc”, explicó Biscaro. Hay estudios que demuestran que las largas siestas representan riesgos reales para la salud como “riesgo de desarrollar un síndrome metabólico, exceso de grasa en la cintura, está asociada a mayor probabilidad de problemas cardiovasculares, mayor riesgo de mortalidad, etc”, explicó Biscaro.
En una provincia como San Juan donde dormir la siesta es algo cultural, la psicóloga afirma que deberíamos romper con ese mito y en realidad lograr un sueño conciliador por la noche “que tiene que ser como mínimo de 7 u 8 horas”. “El sueño es reparador y hace falta”, cerró.
Embed – Psicologa on Instagram: “Como dice la amiga…. Las siestas largas NO son recomendables ya que pueden afectar tanto tu salud como tus patrones de sueño, te cuento alguno de los motivos: Se altera tu ritmo circadiano y se dificulta el conciliar el sueño por la noche, lo que puede llevar a insomnio o a un sueño nocturno de mala calidad. Cuando nos despertamos, podemos tener sensación de aturdimiento y desorientación. Entramos en una fase de sueño profundo y cortarlo genera bastante malestar. Esto puede disminuir nuestro rendimiento y alerta después de despertar. Siestas que se prolongan por más de 40 minutos se han asociado con un aumento en el riesgo de desarrollar problemas de salud como por ejemplo: colesterol alto, presión arterial elevada y exceso de grasa alrededor de la cintura. Aumenta el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular y la mortalidad. Se producen desajustes en tu rutina diaria y se pueden complicar otras actividades. Se crea dependencia de la siesta, ya que se necesita para mantenerse despierto y energizado durante el día. Las siestas de a 10-20 minutos tiene muchos beneficios: Mejoran el Rendimiento Cognitivo. Potencian la Capacidad Memorística. Disminuyen la Inercia del Sueño. Previenen la Fatiga. Mejoran el Estado de Ánimo. Y vos!?! Dormis siesta corta o larga!? Te leo Aaaa y de la pesadilla… mejor no opinar “
¿Por dónde podemos empezar si queremos incorporar el hábito de dormir siestas cortas?
En primera medida, lo que recomienda la licenciada Biscaro es no acostarse con pijama y taparse como si fuéramos a dormir de noche. “El cerebro interpreta que vas a hacer lo mismo que a la noche. A veces uno anda en la calle y está muy cansado y está en un auto y podés decir duermo diez minutos que son muy beneficiosos”, explicó.
Martina recomienda utilizar ese tiempo que antes solíamos usar para dormir largas horas de siesta en otra cosa. “Podemos hacer meditaciones, relajación, estiramientos, entrenar. Cosas que uno no hace en otro horario y que nos gustan, cosa de bajar la energía pero usarlo para otra cosa. No es que si no duermo no puedo hacer nada”, remarcó.
Dormir siestas cortas es un hábito y, como tal, hay que incorporarlo de a poco. “Tirarse en el sillón diez o veinte minutos, vestido, ponerse un despertador al principio hasta que el cuerpo se acostumbre puede ser muy beneficioso”, aseguró Biscaro.
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