“Va todo bien”: desde Los Puneños hablaron sobre el estado de salud del integrante que sufrió un ACV
Un gran susto se llevaron todos los presentes en el Auditorio Juan Victoria durante el último jueves, cuando un integrante de Los Puneños sufrió una descompensación. Tras ese hecho, se conoció que Sergio Olivera sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV). Luego de transcurrir más de 12 horas del incidente, un integrante del grupo musical manifestó un pronóstico alentador sobre el cuadro del hombre de 59 años.
“Va todo bien, es lo que nos dicen los partes médicos”, expresó su compañero Ernesto Guardia a este diario. También manifestó que Sergio Olivera se encuentra estable y en coma inducido.
Durante las últimas horas, Olivera permaneció con el cuidado del personal del Hospital Dr. Guillermo Rawson y el apoyo de su familia. “Permanecemos en contacto de forma constante, tras el susto muy grande que ocurrió”, dijo.
El caso
Olivera estaba en el lugar porque Los Puneños habían organizado un festival de coros al que asistieron cantantes de todo el país y fue en ese evento que se descompensó. Las primeras informaciones hablaban de que a Olivera le dio un infarto e, inclusive, estuvieron unos 20 minutos practicando maniobras para reanimarlo y poder trasladarlo al Hospital Guillermo Rawson. En las últimas horas del jueves, se supo que el músico fue un Accidente Cerebro Vascular (ACV) y que está en coma inducido.
Sergio Olivera forma parte del grupo junto a Ernesto Guardia, José Antonio “El Nene” Fernández y “El Negro” Ochoa. Antes de sumarse a Los Puneños, Olivera trabajaba como taxista y dio una nota a Tiempo de San Juan en la que contó por qué siempre le gustó la música.
“Como cantar, digamos que canto desde chiquito. Mis padres y mis abuelos maternos participaron en un coro de la iglesia y cada vez que tenían ensayo mi hermana y yo íbamos. Los escuchábamos cantar y jugábamos a cantar también. Cuando mi hermana tenía 9 años y yo 10, mi abuelo decidió regalarnos una guitarra a cada uno y encontró a unos tres kilómetros de donde nosotros vivíamos un profesor. Era un santiagueño y se llamaba Juan Medina. Don Carlos, mi abuelo, a pesar de tener una hernia de disco que lo llevaba a mal traer, nos acompañaba ida y vuelta tras veces a la semana que para nos dieran clases de guitarra”, contó en esa entrevista a este medio, realizada en marzo de 2024.
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